Desde Dubai con amor. Así debería arrancar esta historia de la segunda jornada del Betfred British Masters del European Tour que se está jugando en el recorrido Close House GC de Newcastle. De nuevo un día puro y duro de verano británico. Las cuatro estaciones en apenas unas horas. Peor tiempo por la mañana, con alguna racha de lluvia, y tarde espléndida para pasear con el perro. Y hablamos de Dubai, donde ahora no hay quien pare por el calor, porque los dos protagonistas de la mañana británica, Adrián Otaegui y Renato Paratore, están conectados por este emirato.
Jiménez podría batir el récord de Sam Torrance en Valderrama
Otaegui (-4) hace tiempo que tiene la residencia allí y ha aprovechado para pasar una parte del confinamiento por aquellos lares, aunque también ha estado en España y Francia. Cuando las medidas de control eran menos estrictas en Dubai ha podido entrenar y prepararse para el regreso, justo antes de que empezara el calor fuerte. El trabajo ha arrojado frutos. Hoy se ha marcado una gran vuelta de 65 golpes que le ha permitido pasar el corte con holgura y situarse en mitad de la tabla. Tiene lejos la cabeza, pero aún quedan 36 hoyos por delante para seguir empujando.
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Su gran tarjeta de seis bajo par de hoy es importante. La necesitaba. Es su mejor resultado en 2020 y hay que remontarse a la primera jornada del Alfred Dunhill Links Championship del año pasado, cuando hizo 64 en Kingsbarns, para encontrar un marcador mejor. Hace nueve meses. Ha hecho ocho birdies y dos bogeys. Los hierros del golfista donostiarra vuelven a estar finos.
La Armada se parapeta en un segundo escalón
En cuanto a los españoles, los que han pasado el corte se encuentran todos en un discreto segundo escalón, a la caza y captura de un fin de semana de vértigo para tener alguna opción de victoria. Pablo Larrazábal (-4) ha hecho una vuelta de par con un espléndido eagle en el hoyo 17 que le ha dado la vuelta a la tarjeta como a un calcetín. Una manera de acabar que te cambia la tarde y la noche. Mientras, Miguel Ángel Jiménez (-3) y Nacho Elvira (-3) también han asegurado el corte con un vuelta de par y otra de 68 golpes, respectivamente. Mención especial para Elvira, que le daba la vuelta a un día que empezó con doble bogey en el hoyo 1. En los 17 restantes firmó un parcial muy serio de cinco bajo par. Por su parte, Jiménez ha vuelto a jugar mejor de lo que indica su resultado, pero se ha dejado un buen botín en algunos putts cortos. En el otro lado de la balanza están Carlos Pigem y Eduardo de la Riva que han fallado el corte, mientras que Gonzalo Fernández Castaño (-1) está en el alambre. Las condiciones han mejorado mucho en el tramo final y el madrileño se podría queda fuera por muy poco.
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Renato Paratore (-11) también le debe un poquito de su liderato en solitario a Dubai. El italiano se ha mudado hace poco de Roma al emirato y le ha sentado muy bien. El objetivo de instalar allí su nueva residencia era para poder entrenar mejor, especialmente en los meses de otoño e invierno, ya que en Roma hace demasiado frío. Le ha venido de cine y mucho más este año con la pandemia del coronavirus. Italia ha sufrido un confinamiento estricto y, sin embargo, en Dubai Paratore ha podido continuar con su régimen habitual de entrenamiento, hasta el punto de que ha regresado al Tour incluso un poco más fuerte. Ya le estaba pegando fuerte antes del parón y ahora ha dado otra vuelta de tuerca.
Los partidos con Migliozzi y su nueva relación con el golpe de fade
Lo más importante de su estancia en Dubai, mientras la competición estaba detenida, es que se las ha arreglado para seguir jugando partidos a muerte, simulando los torneos con su buen amigo y vecino de edificio en Dubai, Guido Migliozzi. Ambos han jugado en el campo prácticamente todos los días y los piques han sido a cara de perro. Entre italianos no hay bromas cuando se trata de competir. Esto le ha permitido no desconectar del todo de la rutina de pelear cada golpe. Además, su juego está cada vez más consistente. Es un golfista más completo desde que, trabajando a las órdenes de Alberto Binaghi, ha asumido el golpe de fade como un recurso más muy fiable que tiene en sus manos y no como un golpe de emergencia cuando no está fino con el draw. Hoy ha fallado apenas un green y en otros tres la ha puesto en el collarín. Muy sólido con los hierros y sin bogeys en 36 hoyos, un espléndido reflejo de esta versión evolucionada de Paratore. «Lleva tiempo jugando más consistente, pero en estos dos días yo lo he visto sólido como nunca», asegura su caddie, Javier Erviti a Ten Golf. El italiano tiene un golpe de ventaja sobre Justin Harding (-10) y Dale Whitnell (-10).
