Qué poco se parece este Rafa Cabrera Bello de Abu Dhabi al que terminó el DP World Tour Championship el pasado 24 de noviembre en Dubai. Entre aquel domingo de final de año y el jueves de esta semana, o lo que es lo mismo, entre la última vuelta de competición de 2019 y la primera de 2020 han pasado un total de 53 días. Un tiempo de relax y vacaciones que se han convertido, sin duda, en la mejor sesión de entrenamiento posible del canario.
Nunca tuvo la Armada cuatro balas de plata después de 36 hoyos en Abu Dhabi
Los que más lo conocen saben que su actitud en aquella Final de Dubai no fue la suya habitual. Tenía menos paciencia, menos aguante, más ansiedad. Como suele decirse, dentro de su profesionalidad a prueba de bombas, estaba como loco porque sonara la campana, recoger los bártulos y olvidarse durante unas semanas del golf. Le estaba costando concentrarse.
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Rafa ahora se mira en el espejo, se reconoce a sí mismo y su golf se lo agradece. Está positivo, con el depósito de energía a tope y con la paciencia intacta. “Tengo el disco duro limpio y lleno sólo de recuerdos positivos”, asegura con una sonrisa.
“Tengo el disco duro limpio y lleno sólo de recuerdos positivos”
¿Y qué ha pasado en estos 53 días? Pues además del descanso y la desconexión, el tiempo en familia. Han sido unas Navidades especiales para el golfista de Maspalomas. Las primeras con ‘su propia familia’, las primeras con su hija Alva en el mundo. La pequeña ayuda a que su golf encaje mejor y, sobre todo, a relativizar malos momentos como el que tuvo en la Final de Dubai. Los golpes malos ya no son tan malos, por decirlo de alguna manera. Rafa está convencido de que Alva le va a ayudar muchísimo en su carrera como golfista. Por lo pronto, en estos dos últimos meses ya ha conseguido purificarlo de malos pensamientos para llegar al tee del 1 de Abu Dhabi como un niño con zapatos nuevos.
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Las dos primeras rondas en Abu Dhabi han sido muy sólidas, pegando hierros sensacionales y aprovechando también, cómo no, algún que otro regalo de los dioses. Los putts de birdie de los hoyos 11 y 13 han sido espectaculares. En el primero tenía más de veinte metros y en el segundo no había tanta distancia, pero sí una caída muy importante. Esos dos putts han relanzado una vuelta que andaba un poco parada por los primeros nueve. De momento, su parcial entre los hoyos 10 y 15 del Abu Dhabi Golf Club es de ocho bajo par. Bien podríamos llamar a esta parte del campo el ‘Rincón de Rafa’, al menos en los primeros 36 hoyos.
