David Borda (-3) ha descubierto este viernes en Vilamoura que allí al fondo, muy al fondo, se ve el final del túnel y se atisba algo de luz. El navarro ha pasado el corte en el Portugal Masters. Es su primer corte en el European Tour desde inicios de marzo en Omán. Ha llovido. Exactamente han sido catorce torneos consecutivos sin jugar el fin de semana en la Primera división. La bola de nieve, se pueden imaginar, se había hecho gigantesca.
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“Mentalmente es durísimo… A ver, somos unos privilegiados porque podemos hacer lo que nos gusta y queremos, pero es muy complicado estar fuera de casa y ver que una semana tras otra no salen las cosas. Ha llegado un momento en que no sabía ni siquiera por dónde salía la bola. He pagado la novatada con muchas cosas que sabes que van a ocurrir, que te las cuentan, te avisan, y aún así te las comes. Al menos, después de esta semana, puedo tener la sensación de que tengo alguna opción de recuperar la tarjeta en la Escuela”, asegura Borda con una sinceridad descarnada.
El agujero negro se ha ido haciendo cada vez más grande y llegó un momento en el que parecía que no había salida. En el Dom Pedro Victoria Golf Course ha encontrado algo de luz, y no sólo por el resultado en sí mismo de pasar el corte, sino por una hora de clase que ha recibido entre el lunes y el martes y que ha sido mano de santo para recuperar cierta solidez desde el tee.
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Borda ha empezado a trabajar con el equipo de Robert Rock, y más concretamente con Liam, uno de sus asistentes. “Es muy bueno y me ha dicho un par de cosas para conseguir que la cabeza del palo vaya más cuadrada. Al menos, me he sentido más sólido, sabía por dónde iba a salir la bola”, explica. Han sido dos clases de media hora cada una. Para que vean qué delgada puede ser la línea en golf entre el éxito y el fracaso, entre un corte o irse a casa.
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Borda ha firmado este viernes una tarjeta de 68 golpes y se ha colocado con -3. Es su sexta vuelta bajo par de la temporada, la quinta por debajo de 70 e iguala su mejor resultado en el European Tour, logrado hace unas pocas semanas en el KLM Open, aunque entonces no fue suficiente para superar el corte. Ahora tiene todo el fin de semana por delante para darse un gustazo. No tiene presión ninguna. El único objetivo es jugar lo mejor posible, hacer pocas y seguir recuperando la confianza para la segunda fase de la Escuela del European Tour.
