Justin Thomas (PAR) se ha quedado fuera del corte del Abu Dhabi HSBC Championship después entregar una tarjeta de 71 golpes en la última jornada. No se esperaba un batacazo así del Número 3 del mundo, por mucho que las últimas semanas hayan sido convulsas con el ‘affaire’ con su patrocinador. Aún más sorprendente ha sido por cómo se ha producido.
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Thomas se ha plantado en el tee del 18 con un resultado total de dos bajo par. Es decir, afrontaba un hoyo donde se hacen muchos birdies con un golpe de margen. Le valía hasta el bogey para estar el fin de semana. Una situación privilegiada. Además, venía de jugar muy ordenado. Había sacado un gran birdie en el hoyo 17 con un tirazo desde la calle y había pateado para birdie con muy buenas opciones en el 15 y 16. No había nada que reprochar.
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Seguramente azuzado por su buen juego y el instinto de ‘killer’ que lo adorna tomó una decisión valiente en el tee del hoyo 18. Fue con todo y pegó el driver. Maticemos que no se trata de ninguna locura. Han sido muchos los que han optado por ese palo, pero con su pegada es cierto que le valía con la madera 3 para llegar de dos en este par 5. De hecho, esa es la estrategia que utilizó Rory McIlroy.
Sea cmo fuere, Thomas sólo estaba pensando en dejarse una muy buena opción de birdie para seguir recortando distancias con la cabeza y, por qué no, abrirse la opción de eagle. Su drive fue muy bueno, pero salió algo más por la izquierda de lo que quería y acabó en el búnker de calle. A partir de ese momento en encadenan una serie de desagraciados accidentes…
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La bola se le queda muy cerca del talud y fea. Había humedad esta mañana en Abu Dhabi por lo que al entrar en el búnker se impregnó con mucha arena. No pudo hacer mucho metros ni precisar demasiado el golpe. Su segundo tiro terminó en otro búnker, a la derecha de la calle y a unos 100 metros de la bandera, con la tremenda mala suerte de que la bola se quedó clavada.
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Con el tercer golpe apenas la pudo mover unos diez metros y la dejó en el rough, poco después del búnker. Desde ahí sacó un buen tiro a green, conservador, a unos cinco metros de la bandera. El putt de par lo tiró agresivo, se pasó poco más de un metro y falló el de vuelta. Doble bogey fatal. De golpe y porrazo se colocaba al par y se quedaba fuera del corte.
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No le ha salido bien la experiencia del European Tour a Thomas. También es cierto que no la ha encarado en las mejor de las situaciones ni en el contexto más propicio. Veremos cuándo es la próxima vez que se le ve a este lado del Atlántico. Lo más probable es que haya que esperar hasta el Open de Escocia, como pronto.
