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Fallece Sergio Gómez, el Leonardo da Vinci del golf español

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Sergio Gómez, a la izquierda de Olazábal, durante la construcción de un campo de golf en Qatar.

Sergio Gómez fue mano derecha, izquierda, mentor, apoderado y segundo padre de José María Olazábal. Sergio Gómez fue sobre todo eso. Pero también fue mucho más que eso. Lo fue todo, o prácticamente todo, en el golf español. Era una figura clave, entrañable y emblemática de este deporte en los últimos años. Sergio Gómez ha fallecido esta pasada madrugada en San Sebastián tras años de batalla sin cuartel contra una larga y dura enfermedad.

Su vida de comercial dio un vuelco de 180 grados el día que probó el golf por primera vez. Le gustó y se enganchó para siempre. Se convirtió en su gran hobbie, su pasión y después, aunque en esos inicios seguramente ni lo intuía, en su modo de vida. Llegó a ser hándicap de una cifra y fue precisamente cuando se cruzó en un torneo con un mocoso llamado José María Olazábal cuando descubrió que jugando al golf no se podría ganar la vida. Hizo una vuelta de escándalo, nueve bajo par, recuerdan sus más allegados, la mejor de su vida, pero ni por esas fue suficiente para ganar al pequeño Olazábal.

Le gustaba tanto el golf y echaba tantas horas en Jaizkibel que comenzó a ejercer como gerente del recorrido de San Sebastián. En esas labores fue cuando más y mejor conoció a Olazábal, el pequeño gran talento que se había criado en el campo de golf y que echó los dientes dando bolas en esos campos de prácticas. Chema comenzó a destacar como amateur y Sergio Gómez de manera completamente desinteresada empezó a ayudarlo. Primero le ordenaba el correo que le llegaba al club de admiradores y admiradoras y después comenzó a echarle un mano con los viajes, le sacaba los billetes de avión, lo inscribía a los torneos, lo aconsejaba en sus primeras decisiones…

Poco a poco se fue forjando una relación que fue muchísimo más allá de la amistad. Así, un buen día, en la cocina de la casa de Olazábal, a finales de los 80, el de Fuenterrabía le propuso formalizar la relación y que se convirtiera en su agente. Sergio Gómez encajó la propuesta halagado, pero con alguna reticencia pues era un mundo que desconocía. A los pocos meses, ese territorio ignoto dejó de tener secretos para él y es que ante todo era un tipo muy listo, despierto y con gran capacidad de trabajo. Sergio empezó a trabajar con Olazábal a finales de los 80 y ya no se separaron hasta su muerte. Siempre mano a mano, codo con codo. Fue su segundo padre, su apoderado.

Pero Sergio fue mucho más que eso. También ejerció como analista y comentarista de golf. Empezó escribiendo artículos para revistas especializadas entre finales de los 80 y principios de los 90 y se convirtió en el primer comentarista de Canal Plus. Javier Pinedo fue fichado como narrador en los inicios de la cadena allá por el año 1992 y contrató a Sergio para que fuera su compañero en las retransmisiones. Trabajaron juntos durante tres años (1992, 1993 y 1994). En aquel tiempo hicieron los cuatro Grandes, la Ryder Cup del 93 y algún Volvo Masters. Era un gran comentarista, recuerda Pinedo. Tenía siempre muy buenas historias, las contaba muy bien y conectaba de manera espléndida con la audiencia. Curiosamente, comentó la victoria de Olazábal en el Masters de 1994, cuando ya trabajaba con él. Fue a partir de ahí cuando tuvo que dejar a un lado el micrófono para dedicarse en cuerpo y alma a Chema.

Sergio Gómez también fue promotor de torneos. Montó con Ángel Díez la empresa Bado 14 y estuvieron organizando el Open de Tenerife durante algunos años. También hizo de caddie ocasional de Olazábal cuando lo necesitó, sobre todo en alguna mañana que su caddie titular no andaba para muchos trotes después de una dura noche. Se implicó al ciento por ciento, como en todo lo que hacía, cuando Olazábal puso en marcha la empresa de diseño de campos de golf. También ahí aportó su granito de arena.

Olazábal ha estado con él en estos últimos días. Han pasado mucho tiempo juntos, han hablado y se han podido despedir como merecía una relación tan especial de tantos años. Sergio Gómez se ha ido. Una figura esencial de nuestro golf en los últimos 35 años. Descanse en paz. El Leonardo da Vinci del golf español.