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Golf para el confinamiento: El Milagro de Medinah, contado por Olazábal

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Del 28 al 30 de septiembre de 2012 el Medinah Country Club de Chicago albergó una de las ediciones más especiales de la Ryder Cup. Un año antes, el 7 de mayo de 2011, la leyenda del equipo europeo, Severiano Ballesteros, había fallecido en su casa después de luchar durante mucho tiempo contra una dura enfermedad.

Sus compañeros, capitaneados por su íntimo amigo José María Olazábal, le recordaron con todo tipo de gestos (referencias en sus discursos, su logo oficial en las bolsas de palos y la indumentaria, cánticos de ‘Seve, Seve’ e incluso siluetas de humo trazadas en el cielo por avionetas) y se conjuraron para intentar dedicarle una victoria.

Sin embargo, las cosas se le pusieron muy cuesta arriba a los europeos prácticamente desde el principio. La situación fue tal que durante la jornada del sábado, cuando apenas quedaban dos partidos de fourball, la ventaja del equipo estadounidense era de 10-4. Una distancia que prácticamente dejaba sentenciada la Ryder para los locales.

Pero entonces, tal vez guiados por el espíritu de Seve y su capacidad para sobreponerse en las situaciones más difíciles, lograron lo inesperado. La pareja formada por Sergio García y Luke Donald logró imponerse por uno arriba a Tiger Woods y Steve Stricker. Mientras que Rory McIlroy e Ian Poulter, con una brillante actuación del inglés, hizo lo propio ante Jason Dufner y Zach Johnson.

Así, Europa llegó al domingo con una mínima opción de conseguir la victoria. Aunque para ello, tras el 10-6 con el que arrancó la jornada decisiva, necesitaba al menos ganar 8 de los 12 partidos en juego para retener el trofeo empatando a 14. Ahí, en la adversidad, fue cuando el equipo del Viejo Continente logró gestar el que desde entonces se conoce como Milagro de Medinah.

Capitaneados por José María Olazábal y con Seve siempre presente en la memoria, los europeos lograron ocho victorias y un empate para llevarse de nuevo la Ryder Cup. Luke Donald, Ian Poulter, Rory McIlroy y Paul Lawry hicieron pleno europeo en los cuatro primeros enfrentamientos del día, mientras que Dustin Johnson ganó su partido situando un 11-10 en el marcador que Justin Rose neutralizó de inmediato para poner el 11-11.

La remontada europea era un hecho, pero faltaba rematarla. Zach Johnson puso el 12-11 para USA, Lee Westwood volvió a empatar la serie. Sergio García adelantó a los europeos, pero Jason Dafner ganó su duelo para situar un 13-13 en el marcador que dejaba la Ryder en juego en los dos últimos enfrentamientos.

El alemán Martin Kaymer, imponiéndose por uno arriba a Steve Stricker en un duelo igualadísimo, logró el 14-13 que le daba ya a Europa el torneo, reteniendo la Ryder en caso de empate. Pero ni siquiera fue necesario acudir a este recurso porque Francesco Molinari logró empatar el último partido del día, ante Tiger Woods, para que el equipo del Viejo Continente se impusiera por 14,5 a 13,5.

En este espectacular documental de 46 minutos de duración, con fantásticas imágenes del torneo, el capitán del equipo europeo, José María Olazábal, narra cómo vivió en primera persona una cita histórica para el golf mundial. Un milagro en Medinah con muchos protagonistas y un único ganador en el corazón de todos: el gran ausente, Seve Ballesteros.