En nuestro repaso a las estadísticas más llamativas del año que está a punto de finalizar nos detenemos hoy en la figura de Gary Woodland, ganador del US Open, primer major de su palmarés. El estadounidense vivió en Pebble Beach un impulso definitivo a su carrera para convertirse en uno de los grandes jugadores del PGA Tour.
Para hacerse con la victoria en el US Open, el golfista de Kansas lideró la estadística de recuperaciones (porcentaje de veces que se consigue el par cada vez que no se alcanza el green en regulación) con una cifra colosal: 80%. Fue la más alta para un ganador del US Open en los últimos 20 años. Lo curioso de todo esto es que Gary comenzó la semana del torneo en el puesto 169º de la clasificación de esta estadística en el PGA Tour…
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Además, la victoria de Woodland fue la novena de un jugador estadounidense en los 10 últimos majors disputados. La última vez que se vio un dominio tan grande en el torneo por parte de los golfistas de Estados Unidos fue entre 1996 (victoria de Steve Jones en el US Open) y 1998 (victoria de Mark O’Meara en el Open Championship).
En un año para recordar, que Woodland arrancó en enero logrando el segundo puesto en el Sentry Tournament of Champions, el golfista de Topeka, que fue un brillante jugador de baloncesto en su etapa universitaria, ha firmado ocho top 10, incluido un octavo puesto en el PGA Championship, y ha formado parte del equipo estadounidense que conquistó la Presidents Cup hace un par de semanas en Melbourne.
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