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La historia de amor entre Jordan y el golf con Love III como Cupido

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Michael Jordan, el mejor jugador de la historia del baloncesto es, al mismo tiempo, un absoluto entregado al mundo del golf, pues no es raro verle entre las cuerdas de grandes torneos como la Ryder Cup o jugando con amigos y estrellas del golf.

Pero esta pasión no viene desde pequeño, pues hasta su llegada a la universidad, el mítico número 23 de los Chicago Bulls no había tenido contacto alguno con el golf.

Su estancia en la Universidad de North Carolina le hizo, aparte de presentarse al mundo como gran jugador de baloncesto, conocer a buenos amigos como Davis Love III, mítico golfista que coincidió con Jordan una tarde cualquiera y por casualidad.

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Era 1984, Love acababa de conocer a Buzz Petterson, compañero de Jordan en el equipo de baloncesto de la universidad, y ya le había convencido para ir a dar unas bolas al campo más cercano y así conocer ese deporte tan raro que para Petterson era el golf.

Fueron a la casa de Petterson a cambiarse para poner rumbo esa misma tarde hacia Finley Golf Club, y allí estaba descansando el gran Michael Jordan, compañero de casa de Buzz. Eran días complicados para ambos, pues el equipo de baloncesto acababa de perder contra Indiana en las semifinales de conferencia de la NCAA (liga universitaria), por lo que ya habían terminado la temporada. De hecho, Jordan aún no lo sabía, pero ya no jugaría más con sus compañeros, pues le esperaba el gran salto a la NBA.

Mítica foto de Jordan persiguiendo a Sergio García
Mítica foto de Jordan persiguiendo a Sergio García

Petterson le presentó a su nuevo amigo Davis, y le hablaron del plan que iban a hacer, al que Jordan se unió, pues poco o nada mejor tenía que hacer. Se presentaron en el campo de golf, y al principio Michael no hizo otra cosa que darse paseos en buggie, pues había mucha gente y le daba vergüenza ponerse a dar bolas sin saber. Al poco rato, Davis Love le convenció y dio sus primeros golpes, probando casi todos los palos de la bolsa y con bastante estilo, según el propio Love. El único problema vino cuando cogió el driver, y como todo principiante se puso a querer darle lo más fuerte posible, hasta que en un momento dado, Love vio cómo la bola salía bien impactada, pero volando tras ella iba la cabeza de su driver…

*Nota: Hace pocos años, el propio Love III donó ese driver roto al museo del Hall of Fame, y aprovechó a decir que Jordan le había hecho un favor, pues con el nuevo driver que empezó a usar ganó sus 12 primeros torneos en el PGA Tour.

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El afán competitivo del actual propietario de los New Orleans Pelicans de la NBA le hizo interesarse más y más por el golf, casi convirtiéndolo en algo personal… Tanto que Davis juntó varios palos antiguos y algunas bolas y le regaló su primera bolsa de palos. Si iba a romper más palos, al menos que no fueran buenos, debió pensar el propio Love.

Ya que no tenía más baloncesto, jugaba al golf casi a diario, y pronto salieron al campo a jugar la primera ronda golfística de ‘Air Jordan’. Michael y Davis fueron acompañados por John Simpkins, compañero del equipo de golf, y Al Wood, ex jugador del equipo de baloncesto unos años antes.

Jordan compartiendo partido con Tiger Woods
Jordan compartiendo partido con Tiger Woods

Del resultado nadie se acuerda, todos coinciden en que seguramente fue bastante alto, algo normal para quien juega su primera vuelta de golf, pero tanto Jordan como el resto saben que hubo un momento que marcó la vida de Michael en torno al golf… Hizo 17 hoyos con bogeys o peor, pero en un hoyo ¡HIZO UN PAR!… Y claro, el gusanillo le picó, ya no había vuelta atrás.

En poco tiempo habían nacido dos bonitas y duraderas relaciones, y ambas tenían a Michael Jordan como protagonista, pues tanto Davis Love III como el golf le acompañarían para el resto de su vida.