Emily Kristine Pedersen (-9) se ha aupado al liderato del Andalucía Costa del Sol Open de España una vez finalizada la tercera ronda, en la que ha firmado una tarjeta de 68 golpes. Ahora mismo supera por un solo golpe a Nuria Iturrioz (-8), que desde luego mantiene intactas sus opciones de victoria, así que el desenlace es incierto, por mucho que la danesa sea una de las jugadoras más en forma del mundo, quizá sólo un paso por detrás de la coreana Sei Young Kim.
La apoteosis de Ana Peláez
Pedersen anda sobrada de confianza, así que no queda más remedio que colgarle la etiqueta de máxima favorita. Hoy mismo, en una exhibición de templanza e instinto, remataba la ronda con un eagle en el hoyo 18 de Guadalmina embocando un putt de unos siete u ocho metros. Sin embargo, le queda mucha faena que hacer. En primer lugar porque Iturrioz no es una rival que vaya a arrugarse. No le va ese papel, más bien todo lo contrario. En segundo lugar, porque por detrás, y no tan lejos, también vienen la marroquí Maha Hadioui (-6), que hoy entregaba el mejor resultado, 67 golpes, y Luna Sobrón (-5), que cerraba la larga jornada de sábado con un 71 y mantiene sus opciones.
Luna se gana a pulso sus opciones de victoria
Da la sensación de que el temporal anunciado para el domingo no lo va a ser tanto, afortunadamente, pero seguro que no dejará de ser una jornada movida y complicada. Y en estas aguas revueltas todavía puede aparecer algún factor sorpresa… ¿Azahara Muñoz? Podría ser. Veamos. La malagueña está realizando un gran esfuerzo por remontar y arrimarse a la cabeza y esta tarde de sábado ha firmado una vuelta de 69 golpes que le ha llevado hasta un total de -2, a siete golpes de Pedersen y seis de Iturrioz, una diferencia que parece excesiva, la verdad. La de San Pedro asegura no acordarse de su mejor resultado en este campo, pero el caso es que en 2017 llegó a firmar un 64 en la segunda ronda. Es verdad que aquel Open de España se jugó en septiembre, el verano aún coleaba y el campo se jugaba más corto, pero no deja de ser un buen referente, entre otras cosas porque Muñoz ha desplegado hoy un gran golf y se ha hartado de tocar y pulir los bordes del hoyo aquí y allá. Su objetivo no puede ser otro que apretar, acercarse y meter presión, no le queda otra, y luego esperar que las líderes no tengan su día. En la misma tesitura, por cierto, saldrá otra malagueña, la amateur Ana Peláez (-2), y ella ya ha dejado muy claro que no da nada por hecho o cerrado. Sería desde luego la gran historia de esta extraña temporada que fuese ella quien se llevara el gato al agua, pero tampoco cabe exigirle nada.
Iturrioz se escribe con zeta de raza
Volvamos a Pedersen. La danesa, que si nada se tuerce deberá meterse en el equipo europeo de la Solheim y resarcirse de su mala actuación de 2017 en esta competición, viene como un tiro. Ha ganado dos torneos consecutivos en Arabia, como es bien sabido, pero es que en sus últimas ocho comparecencias suma tres triunfos, además de un segundo puesto y un tercero. Palabras mayores. Hace falta llevarla al límite, dicho en el mejor de los sentidos. De otro modo hará valer su actual estado de gracia (hoy remataba una ronda sin bogeys). Pero algo nos dice que en Guadalmina todavía tienen que pasar muchas cosas y que hasta el último suspiro nada estará decidido.
