Interesante el experimento del sábado por la tarde: partido de fútbol España vs. Resto del Mundo entre jugadoras, caddies, preparadores y cualquier bicho viviente de este apasionante circo ambulante que es el golf.
Una excelente idea de Deporte & Business, organizadora del Tenerife Open de España (con el apoyo y la promoción inestimables de la Federación Española). Sobre un terreno de hierba artificial se dispusieron ambos equipos, chicos y chicas en ambas escuadras, cada cual exhibiendo sus maneras, su arte o lo que buemanente pudiera…
Destacaba en el equipo español la estela ‘espídica’ que dejaba a su paso una muchachita balear, todo pulmones. Nuria Iturrios. Mediocentro, lateral, cierre, tapón… Si alguien se lo tomó en serio fue ella.
Unas cuantas horas después, esta chica de solo 18 años terminaba el Open de España como la mejor amateur, en el puesto 25º y, lo que es aún mejor y sorprendente, entregando el domingo una de las mejores tarjetas de la jornada (68 golpes). Entre bromas y veras, y al pie del hoyo 18, nos confesaba que el derroche de adrenalina en el partdo de fútbol le había venido bien para jugar más reposada, tranquila… Una terapia como otra cualquiera. Todo vale si se entrega un 68.
Regresando al partido hay que anotar algunas otras cuestiones. Las buenas maneras de Javi Urquizu, caddie de Carlota Ciganda, por ejemplo. O el bajo momento de Jorge Villena (prensa de la RFEG). Por encima de todos y todas seguramente brillaron Melissa Reid en el bando internacional y Tania Elósegui en el nacional, cuyos fundamentos futboleros son de altura. Y eso que a todas luces Tania no jugó en su posición, demasiado desplazada en la banda derecha cuando seguramente podía haber aportado más orden en posiciones de mando.
Virginia Espejo fue todo pundonor. Y mejor dejarlo ahí. Carlota, por su parte, le echaba un par de narices al asunto teniendo en cuenta que el domingo salía en el penúltimo partido y que el fútbol es traicionero. Pero, en fin, es una chicarrona navarra. Y su padre, Jesús, que es otro chicarrón, dio el visto bueno: había que jugar o jugar. Otra cosa es cómo se jugase…
Dejamos para el final la descripción detallada de la jugada del partido. Un prodigio de técnica y precisión. La internada de Patricia Lobato por banda derecha en los minutos finales del duelo fue todo un homenaje al fútbol de contrataque: sorteando a una rival a la carrera y perfilándose con finura ante la salida del portero, para, con un toque suave y preciso ponerla cruzada y pegada al palo…
El gol fue decisivo. Lástima que todo ocurriera en su propia portería.
