Durmió mal y el calentamiento en la cancha de prácticas fue un desastre. Se avecinaba una jornada larga en la segunda ronda del ISPS Handa NZ Women’s Open, pero Lydia Ko, en esa manera suya de encajar las cosas, como una niña de 17 años, decidido pasar página y tratar de disfrutar al máximo. Jugaba en casa y ante su gente, así que no había excusa.
Empezó con un bogey en el 1, nada que pudiera sorprender visto lo visto minutos antes. Pero a partir de ese instante comenzó el festival. Hizo eagle en el hoyo 2 y firmó una secuencia extraterrestre de nueve birdies en diez hoyos entre el 4 y el 13. Es más, se ganó el derecho a soñar con el 59. No hubo número mágico, pero acabó con un birdie más en el 18 para un total de 61 golpes (récord del recorrido Clearwater). Recuerden, la historia de esta tarjeta comenzó con una mala noche y un calentamiento para olvidar.
Ko tiene tres golpes de ventaja sobre Charley Hull, que respondió como pudo a la exhibición de su compañera de partida con un excelente 64. A cuatro golpes están Beth Allen y Giulia Sergas.
La fabulosa ronda de la Número Uno del mundo prácticamente lo eclipsa todo, pero no puede pasar desapercibida el sensacional comportamiento de la española Marta Sanz. La rookie madrileña se ha metido en el top ten del torneo con una vuelta de 67 golpes, con seis birdies y un solitario bogey. Se encuentra con un acumulado de seis bajo par, a siete golpes de Ko y cuatro de la segunda posición. Patricia, su hermana, completó el día de fiesta en la casa de las Sanz. Firmó 68 golpes, con un eagle, dos birdies y ningún bogey, y pasó el corte de manera holgada. La cruz fue para Mireia Prat, que no jugará el fin de semana.
