Alison Lee (-14) ha entregado una tarjeta estratosférica de 65 golpes en la segunda jornada del Aramco Team Series Sotogrande en La Reserva. Cualquier tarjeta de 65 golpes, siete bajo par, es un cañón, pero si además se produce con un ‘ponientazo’ que por momentos ha soplado a más de 40 kilómetros por hora, entonces es algo que fácilmente se puede calificar como extraterrestre. Arrancó con bogey en el hoyo 10 y a partir de ahí parcial de ocho bajo par con una secuencia suprema de siete bajo par entre los hoyos 14 y 2.
Testigo feliz de excepción de esta ronda de Alison Lee ha sido la española Silvia Bañón. «Seguramente ha sido la mejor vuelta de golf que he visto en mi vida, con estas condiciones estoy segura», afirma la golfista alicantina con una sonrisa de oreja a oreja cubierta con la pertinente mascarilla. Y decimos feliz testigo porque este Aramco Team Series, como saben, tiene la peculiaridad de jugarse por equipos, por lo que esta semana los birdies de Alison Lee son también los birdies de Silvia Bañón.
Lo más impresionante de la ronda de golf de la norteamericana ha sido la manera de hacerlo. «Lo hace fácil, va poco a poco, no se cabrea, lo tiene muy claro, sabe el golpe, el palo, le da y se deja una opción de birdie. No ha sido de esas vueltas que dices las ha metido de todos lados, para nada. Todos los birdies han sido dejándola muy cerca. Tiene un toque de bola increíble», afirma Silvia a Ten Golf.
Alison Lee era una niña prodigio del golf norteamericano. No en vano, con 20 años y apenas un par de años en la Universidad de UCLA, se sacó la tarjeta del LPGA Tour y en su primera temporada en el circuito americano fue reclutada por Juli Inkster para disputar la Solheim Cup de 2015 en St. Leon, Alemania.
Su elección generó cierta controversia, aumentada cuando en la segunda jornada perdió el hoyo 18 y el partido tras levantar su bola pensando que le habían dado el putt. Aquello generó muchísima polémica que situó a Suzann Pettersen en el ojo del huracán. La propia Inkster jugó muy bien sus bazas y supo aprovechar ese episodio a su favor. La capitana americana dejó entrever que la veterana Pettersen se había aprovechado de la ingenuidad de una joven novata. La estrategia le salió de cine, ya que Estados Unidos, que iba perdiendo de manera clara aquella Solheim, remontó en los individuales. Lo que le ocurrió a Lee sirvió de acicate a sus compañeros y las acusaciones a Pettersen, que tuvo que salir a pedir disculpas, dejaron en estado de shock al equipo europeo.
En cierto modo, Alison fue la espoleta de aquella victoria, aunque poco a poco su luz se iría apagando. En 2016 aún cosechó buenos resultados y llegó a colocarse en el puesto 21º del ranking mundial. Sin embargo, a partir de ahí comenzó una travesía por el desierto que la llevó hasta el puesto 353º a principios de 2019, llegando a jugar torneos del Symetra Tour este mismo año. Parecía que estábamos ante otro juguete roto al estilo de Anthony Kim, sin embargo la todavía joven golfista de Los Ángeles, sólo tiene 26 años, está de regreso. Lleva meses jugando un buen golf, sólida y lo de hoy es la demostración más palpable. Curiosamente, aún busca su primera victoria como profesional y bien podría conseguirla en La Reserva de Sotogrande. Desde luego, lo tiene muy bien encaminado, ya que en el torneo individual saca siete golpes de ventaja a la segunda clasificada, Karolin Lampert (-7), y ocho a Stephanie Kyriacou (-6), Tiia Koivisto (-6) y Ashleigh Buhai (-6). Mucho se tiene que torcer el día para que no se lleve el triunfo, sobre todo si sigue jugando así.
Uno de los aspectos del juego que más llama la atención de Alison Lee es su tremenda potencia. Es muy larga. Silvia Bañón, que ha ganado distancia este año, alrededor de diez metros y unas cinco millas de velocidad de palo, da fe. «Sí, va muy largo. Pega una bola baja que es muy buena contra el viento, pero después tiene un control tremendo con los hierros. La bola al ir baja le corre y no para», afirma. En este sentido, por ejemplo, en el hoyo 6, par 5, pegaba casi 300 metros desde el tee, sí, con viento a favor, pero 300 metros, y en el hoyo 8 se iba hasta los 270, dejándose un segundo golpe de unos cincuenta metros a bandera. Bestial. «En el 6 me ha sacado 30-40 metros y yo no la he tocado mal, así que…», apuntala Silvia.
En la competición por equipos están metidas en la pelea. Concretamente, después de hacer hoy diez bajo par ocupan la quinta plaza con -22, a cinco golpes del liderato que ostenta el equipo de Linnea Strom (-27). Silvia está contenta con su momento de juego. Le está pegando muy bien a la bola y siente que hay cosas buenas esperando a la vuelta de la esquina. «Me encuentro a gusto y pegando bien, he ganado distancia, me veo bien y lo único es que hoy lo he pasado regular en los greenes. Me ha costado patear, seguramente por el viento, pero estoy contenta con mi juego», afirma.
En la competición individual, la mejor española es Mireia Prat (-1), puesto 17º, seguida de Elia Folch (PAR), puesto 28º. Más atrás están María Hernández (+1), Noemí Jiménez (+2), Marta Martín y Silvia Bañón (+4), Carmen Alonso, Natasha Fear y Laura Gómez (+5), Emma Cabrera Bello y Ana Peláez (+6), Harang Lee (+7) y María Beautell (+16).
En la clasificación por equipos, las mejores españolas son Silvia Bañón en el Team Lee y Natasha Fear en el team Creamer.
