Lydia Ko (-7) y Ariya Jutanugarn (-7) se mantienen en el liderato del Open de Australia después de tres jornadas. Otro día duro en la oficina: el Royal Melbourne no da respiro y ya sólo quedan doce jugadoras por debajo del par.
Una muestra de la dureza del campo: Ko ha sumado la friolera de 35 putts y un total de 99 en las tres rondas, a una media de 33 por vuelta. Pensemos ahora en un dato: hay muchos torneos en los que la neozelandesa, sin estar especialmente brillante en los greenes, suma alrededor de 112 putts en toda la semana, sólo un puñado más de los que ya lleva en tres jornadas. Los greenes están para mirarlos y no tocarlos. Pero Lydia se las arregla para seguir jugando bajo par a fuerza de orden y consistencia, porque sólo ha fallado seis greenes después de 54 hoyos.
Beatriz Recari (-1) también se sigue mostrando muy sólida y con otra vuelta bajo par (72, una menos en el día) se ha instalado en el top-ten. A la navarra no le asustan estos paseos al filo de la navaja, seguramente porque su estado natural dentro del campo de golf es el de plena concentración. Dentro de lo que estos greenes permiten, se está mostrando muy fina con las recuperaciones y, en general, muy ordenada y sin meterse en grandes líos.
María Hernández (+10, vuelta de 80 golpes), por contra, ha vivido un calvario. Ella ha sumado 36 putts y arroja una media de 34 por vuelta, unos registros que se alejan de toda normalidad y que pueden sacar de quicio (y de juego) a cualquiera.
