Agonía, drama y desesperación. La primera edición del Chevron Championship en Houston será recordada para siempre por su angustioso y sorprendente desenlace. Ganó Lilia Vu, sí, con una gran vuelta de 68 golpes y un fabuloso birdie en el primer hoyo de desempate. Pero también perdió Angel Yin. Y Atthaya Thitikul. Esta es la crónica de un triunfo extraordinario y de dos derrotas dolorosas.
Cierto es que un buen puñado de jugadoras salió el domingo con opciones de victoria, sin embargo con el paso de los hoyos el Chevron se fue convirtiendo en un mano a mano de Yin y Thitikul. Nelly Korda no encontraba la manera de embocar, hasta que metió un putt de eagle increíble en el hoyo 18 para asegurar la tercera posición. Hyo Joo Kim se descolgaba, Megan Khang flojeaba, Hye Jin Choi se volatilizaba, Ashleigh Buhai saltaba por los aires, Amy Yang y Albane Valenzuela no terminaban de dar el paso adelante necesario y Allisen Corpuz nunca se lo llegó a creer. El esperado frío llegó y la jornada fue dura. Los pares eran buenos y tocaba mantener la sangre de horchata.
Thitikul fue la que mejor jugó, Yin se defendió de maravilla y entendió la importancia de los pares y A Lim Kim aparecía como la tercera candidata en discordia. Mientras, en un tercer plano, Lilia Vu iba haciendo su propio camino, sin hacer ruido y sin entrar realmente en la ecuación por la victoria hasta los dos últimos hoyos… y ni siquiera. Cuando Vu firmó la tarjeta la opción de victoria era remota.
Acabó con dos birdies soberanos en el 17 y 18. Se colocó con -10, un resultado que ya apretaba, pero que no parecía ganador. En ese instante, Yin marchaba con -11 a falta de tres hoyos, y Thitikul estaba con -10 jugando el 18, un par 5 que se jugó este domingo con el tee adelantado y que generó mucho birdie y hasta el eagle de Korda. El resultado ganador apuntaba a -11, o incluso a -12. Sobre todo porque Thitikul y Yin se habían mostrado impecables toda la jornada.
A Thitikul y Yin se les va el triunfo de dos maneras muy diferentes. La tailandesa cayó atacando, mientras que Yin fue víctima de la presión de llevar ocho años en el LPGA Tour y no haber estrenado aún su palmarés. Qué difícil es ganar. Y mucho más un Grande.
Thitikul tuvo un error de cálculo. Falló el drive de salida en el 18 y ya no pudo tirar de dos. Estaba -10 y Yin lideraba con -11 a falta de tres hoyos. Lógicamente, pensó: «si quiero ganar tengo que hacer birdie en el 18». La obligación mínima era llegar a -11 y esperar el fallo de Yin o forzar el desempate. Buscó el birdie, pegó con el palo justo para dejarla al lado del hoyo, pero se quedó corta y terminó en el agua. Doble bogey. De tener el desempate garantizado, algo que sólo sabría después, a terminar cuarta. Cruel.
Para añadirle un punto de drama, A Lim Kim, que con eagle en el 18 se habría metido en el desempate, pegó un shank en su segundo golpe, buscando el green de dos con un hierro 6, y desapareció de la pelea. Justo ahí, cuando Thitikul la mandó al agua, es cuando Lilia Vu pensó por primera vez: «cuidado que igual acabo saltando al lago…».
Curiosamente, al mismo tiempo que Thitikul se iba al agua poniendo una alfombra roja a Yin, arrancó la agonía de la norteamericana. Se había manejado de maravilla en los 15 primeros hoyos, súper actitud, pero ahí, en el 16, es cuando se dio cuenta de que podía ganar un Grande y se le vino el mundo encima. Su salida se fue al búnker, apenas la pudo sacar a calle y falló un putt de par de unos dos metros y medio. Se ponía con -10. Thitikul se corroía por dentro. Pero había más…
En el 17, par 3, otro bogey para Yin. Malísimo tiro desde el tee, conservador y pobre, peor sacada de búnker y dos putts. Ahí las pulsaciones iban ya a 200. De pronto, se ponía con -9 y era ella la que necesitaba el birdie para forzar el desempate. A Lilia Vu se le había puesto ya cara de campeona.
Al verlo perdido, Yin volvió a sacar lo mejor de su repertorio. Arrancó un birdie excepcional en el 18, gran salida, magnífico segundo golpe a green y dos putts muy buenos. Desempate al canto.
El playoff no tuvo mucha miga. Las dos fueron a calle, pero Yin, que pegó primero, mandó su bola al agua. Vu, que este mismo año perdió en Arabia Saudí mandando su bola al agua en el 18, jugó con temple, cabeza y ambición. Cazó el antegreen de dos y fue capaz de hacer el birdie, no sin sufrir, ya que su primer putt se quedó unos cuatro metros corto. Pero metió el definitivo. Por algo es una de las mejores pateadoras del LPGA.
Es el primer Grande de Lilia Vu después de nueve intentos y su segunda victoria en 2023. Se coloca líder en el ranking del LPGA y presenta su candidatura seria a pelear por los primeros puestos del ranking mundial. Ya fue Número Uno como amateur. Mientras, Angel Yin deberá seguir esperando su oportunidad.
Carlota Ciganda (-5) acabó en el puesto duodécimo, aunque consiguió darse una opción de victoria a falta de cinco hoyos. Un eagle en el 13 la situó con un resultado muy prometedor de -7, a tres de la cabeza en este instante. Sin embargo, dos bogeys consecutivos en el 14 y 15 la sacaron de la pelea. Fue una especie de sí, pero no.
