Se puede estar de acuerdo con él o no. Te puede gustar su estilo o no. Incluso, puedes pensar que es simplemente un provocador o no. De lo que no hay ninguna duda es de que Brooks Koepka no se anda por las ramas a la hora de analizar rendimientos, ya sean de él o de compañeros. Que le pregunten por ejemplo a Matthew Wolff el año pasado…
Koepka puede decir las cosas más altas, pero difícilmente más claras. Hoy, después de la segunda jornada del LIV Golf de Singapur, donde se ha colocado líder con tres golpes de ventaja, ha reconocido que en Augusta sintió vergüenza por su rendimiento y que sirvió como punto de inflexión. «Pasé tal vergüenza en Augusta tras acabar el 45º que me hizo esforzarme un poco más, mirar a los ojos a mi equipo y pedirles perdón. No quiero que me vuelva a pasar», afirma.
Koepka sabe que no tiene el torneo ganado. No se fía de los que tiene por detrás, especialmente de Talor Gooch, su compañero de equipo. Pese a esta prudencia, siente que ha dado un paso adelante. «He jugado muy bien. Por fin está mejorando el golpeo de la bola y el putter se está calentando un poco. Pero sobre todo creo que estoy pegando mejores tiros y las estoy dejando más cerca. Estoy contento con la forma en que he jugado hasta ahora y sólo necesito hacer otra buena ronda», afirma.
Koepka admite que le motiva especialmente que su hijo, un bebé, le vea ganar por primera vez. «De momento no me ha visto quedar mejor del puesto 45º y eso no puede ser, no me gusta. A ver si mañana puedo ganar y lo celebro con él», señala.
Curiosamente, uno de los jugadores con los que se va a pegar este domingo para ganar es Matt Wolff, con el que no acabó muy bien el año pasado. «No tengo ningún problema con Matt. Simplemente no congeniamos, no coincidimos en cómo eran las cosas o cómo pienso yo que deben ser. Siempre me ha gustado como persona. Creo que es un gran chico. Se lo he dicho a mucha gente, incluso a puerta cerrada. Fue algo bueno para él dejar el equipo e irse a los RangeGoats y fue algo bueno para nuestro equipo…».
En este sentido, Wolff asegura que no tiene una motivación especial contra Koepka. «Es muy bueno, sabe jugar en la situación que está y será difícil desbancarle. Me centro en mí mismo, intento jugar lo mejor que pueda y no me preocupa lo que estén haciendo los demás. En cada torneo, en cada ronda, salgo y doy lo mejor de mí y eso es todo lo que puedo hacer. Como he dicho, no puedo controlar lo que hacen los demás. Así que por qué centrarme en él», señala.