Dustin Johnson (-9) no quiere bromas en LIV Golf. Uno de los jugadores que menos ruido hizo al marcharse del PGA Tour, que renunció a su membresía, que asumió su decisión de cambiar de aires sin mirar atrás o reclamar otras cosas, es al que mejor le están yendo las cosas.
Puede ser casualidad. Puede ser simplemente que Dustin Johnson siempre fue un jugadorazo y en la liga saudí también lo está demostrando. Pero también puede que sí tenga que ver, que sea el jugador que se siente más liberado, sin ataduras, sin enfrentamientos ni malos rollos.
El asunto es que con el trofeo aún caliente conquistado en Boston, ha empezado como un tiro en el quinto torneo de LIV en Chicago. Ha entregado una tarjeta de 63 golpes y ha tomado las riendas del torneo con absoluta rotundidad. Nueve birdies sin fallo, pegando tirazos y metiendo mucho putt de entre dos y cuatro metros. El sello DJ.
Johnson ha pegado un buen hachazo al torneo y, como saben, aquí sólo se juegan 54 hoyos, por lo que quien pega primero pega más de dos veces. Tiene tres golpes de ventaja sobre Cameron Smith (-6), cuatro sobre Matthew Wolff (-5) y cinco sobre Charles Howell III, Henrik Stenson, Matt Jones y Lee Westwood.
En la competición por equipos, también dominan los chicos de DJ. A su estela es mucho más sencillo. Acumulan -12, dos golpes menos que el equipo de Cameron Smith y cuatro menos que los ingleses de Majesticks. Qué alegría para Pat Perez. Hoy se ha hecho +4, pero su equipo, el de Dustin Johnson, no deja de darle alegrías, al menos económicas.
Los españoles han vuelto a tener un inicio frío en el Rich Harvest Farms de Chicago. El mejor de los nuestros es Eugenio López Chacarra (-1). El madrileño arrancó como una bala, con cuatro birdies en pocos hoyos, hasta el punto de que llegó a liderar, sin embargo perdió fuelle en la parte final. Algo similar le ocurrió a Sergio García (PAR). Se llegó a poner -3, pero terminó empatando con el campo. Por último, David Puig (+1) se estrenó como profesional con una vuelta de 73 golpes, con muchos birdies, pero con dobles bogeys que lastraron mucho su tarjeta.
