La última vez que Brooks Koepka hizo 62 golpes en una vuelta de golf era el Número 6 del ranking mundial. Hoy, tras hacer de nuevo 62 y subirse al liderato en Jeddah, es el Número 33. Entre un día y otro han pasado más de dos años. Dos años de oscuridad y múltiples problemas físicos para el ganador de cuatro Grandes.
Después de firmar su tarjeta en la primera ronda del LIV de Arabia, Koepka ha vuelto a hacer referencia al quirófano y su maltrecho cuerpo. Concretamente, ha aclarado que lleva con dolores en la cadera desde el pasado mes de febrero y que ha ido esquivando el quirófano como ha podido. Precisamente, esas molestias le han hecho tomar una decisión drástica en su vida: ha abandonado el gimnasio. Al menos, de momento.
«No voy al gimnasio desde hace tiempo y me encuentro mucho mejor. Ahora me limito a hacer una vida sana. Han sido meses de incertidumbre, no sabía si tendría que pasar por el quirófano para solucionar los problemas», asegura Koepka.
Sin embargo, lleva varias semanas con una evolución positiva y afirma que físicamente se encuentra en estos momentos mejor que en mucho tiempo. «Estoy contento. Si estoy sano, sé que puedo hacer un swing lo suficientemente bueno como para ser competitivo», remarca.
Curiosamente, la gran paradoja ahora es que Koepka echa de menos la posibilidad de jugar más torneos. En su situación actual, LIV le sabe a poco. «Es la primera vez en mucho tiempo que juego dos semanas seguidas y está muy bien para coger ritmo. La pena es que ahora paramos durante mucho tiempo», señala. Cosas de la vida. Marcharse a LIV para tener un calendario más corto y ahora echar en falta torneos…
Sea como fuere, más allá de su mejoría física, algo evidentemente básico, Koepka también ha notado su regreso con el entrenador Claude Harmon. Dejaron de trabajar hace más de dos años (demasiada casualidad, el tema de las fechas) y desde hace unos días se han vuelto a poner manos a la obra. «Estaba deseando volver a trabajar con él y creo que ahora estoy en la tendencia correcta», remata.
