Inicio Grandes Circuitos LIV Golf Mickelson, Koepka y sus suspiros de España en Valderrama
El primero recuerda su especial vínculo con Seve y el segundo, sus triunfos en el Challenge

Mickelson, Koepka y sus suspiros de España en Valderrama

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Phil Mickelson - Brooks Koepka
Phil Mickelson y Brooks Koepka, en una ronda de prácticas. © Golffile | Fran Caffrey

Phil Mickelson, que estuvo en la Ryder Cup del 97 y en el WGC-American Express Championship en el 99 en Valderrama, afirma que ha aprendido «un poco» de español estos días en el Campo de Gibraltar mientras Brooks Koepka admite que lo tiene oxidado porque ya ha llovido desde cuando jugó en nuestro país entre 2012 y 2014 en el Challenge Tour. Pero sus recuerdos son imborrables. De hecho, les faltó atreverse a cantar, a lo Estrellita Castro, el pasodoble Suspiros de España porque todo fueron alabanzas y fabulosos sentimientos.

El zurdo de San Diego elogió este extraordinario campo, su diseño, su dificultad, pero más aún encumbró la figura de Severiano Ballesteros: «Jugué en Valderrama hace mucho, pero tengo muy buenos recuerdos aquí con Seve. Tuve una relación muy especial con él. Lo admiraba cuando era niño y tuve la oportunidad de jugar un torneo del PGA Tour con él en San Diego y fue muy amable conmigo, y realmente aprecié el tiempo que pasé con él, y hubo muchos grandes recuerdos de su capitanía en el 97. Aunque perdimos por un punto, hicimos un buen final el domingo. Los recuerdos que tenía eran de Seve liderando a su equipo y conduciendo por el campo e involucrándose en lo que deberían hacer sus jugadores e intentar este o aquel tiro y lo creativo que era. Tengo muy buenos recuerdos pero muchos de ellos son de Valderrama, y no puedo venir aquí sin pensar en él», aseguró emocionado el californiano.

La leyenda de Pedreña dio algunos consejos a aquel joven Mickelson que nunca olvidará en aquel torneo del PGA Tour hace 35 años: «Eran pequeñas cosas tipo cómo dar un determinado golpe y recuerdo que él hizo un pequeño flop desde el rough. O en una ronda de práctica él tiraba a green a la parte trasera derecha cuando la bandera ese día estaba en la zona delantera central porque estaba preparándose para la competición y trabajaba los golpes para esos días. Eso fue un poco revelador para un joven de 17 años porque yo estaba tratando de hacer un buen resultado en una ronda de práctica del martes, lo cual no tenía sentido. Pero era cuando me arrastraba y teníamos pequeñas competiciones. Luego ambos estuvimos con Hugo Boss e hicimos sesiones de fotos juntos y entre descansos teníamos pequeñas competiciones de búnker, chipeando, y el tiempo que pasé con él realmente significó mucho para mí. Cuando admiras a alguien como yo admiraba a Seve cuando era niño, verlo ganar el Masters y luego conocerlo… Él era todo lo que esperabas que fuera, no es una decepción, realmente significó mucho, y aprecio ese tiempo que pasé con él», subraya.

Igualmente, Koepka se deshizo en halagos a las etapas que vivió en España, donde ganó dos de sus cuatro torneos del Challenge en sus primeros años como profesional. «Mi primera victoria fue a finales de 2012 en España (Challenge de Catalunya en septiembre de 2012), y eso me impulsó los siguientes seis meses en el Challenge Tour, que me llevó al Tour Europeo y luego pude dar el salto al PGA Tour. Básicamente, inició toda mi carrera. Siempre recuerdas tu primera victoria profesional, y para mí eso significó mucho. Creo que definitivamente juega un papel en todo lo que he hecho y lo más divertido que he hecho jugando golf fue fue viajar por el mundo esos primeros años y aprender mucho, sobre mí mismo, sobre diferentes países, culturas… Jugó un papel muy importante en lo que soy hoy», apunta el estadounidense.

Brooks, campeón del PGA Championship y segundo en el Masters este año, no conocía Valderrama pero también se mostró entusiasmado por competir en semejante campazo: «Estoy muy emocionado de poder jugar en un campo con tanta historia. Todo el mundo sabe lo especial que es este lugar. Miras a muchos de los ganadores anteriores aquí y han sido algunos de los mejores golfistas. Ayer jugué los últimos nueve hoyos y pensé que era fantástico, puede ser muy difícil si te equivocas un poco, y esa es la principal señal de un buen campo de golf. Si te fallas, estás luchando por alcanzar el par. Pero si estás jugando bien, tienes algunas posibilidades de hacer un número bajo», concluye Koepka.