Las aguas vuelven a su cauce. O van camino de volver. La fusión entre el PGA Tour y el DP World Tour con PIF, el fondo saudí que financia LIV, había roto muchísimos puentes en el golf mundial, no sólo en el plano profesional, sino también en las relaciones personales entre algunos jugadores que de repente pasaron de ser íntimos a ni mirarse a la cara.
Algo así ocurrió con Sergio García y Rory McIlroy. Eran uña y carne el español y el norirlandés hasta que la marcha del primero a LIV dinamitó la amistad tras un cruce feo de acusaciones en mensajes de texto. Pero la cosa se fue reconduciendo, como ya adelantamos en esta web, el domingo del US Open entre Sergio y Rory, cuando hubo un primer acercamiento entre ambos cuando el norirlandés estaba a punto de salir a jugar por el tee del 1 y el español iba terminando su vuelta. En un determinado instante, los dos cruzaron las miradas y McIlroy le hizo un gesto explícito al español llevándose el dedo pequeño de su mano derecha a la boca y el pulgar a la oreja. Estaban quedando para una charla telefónica.
El gesto de McIlroy a Sergio en plena ronda final del US Open
Y de este tema ha hablado Sergio García este miércoles en Valderrama, donde se celebra esta semana la primera parada de LIV Golf en el mítico campo sanroqueño. A propósito de la fusión y de que vuelva la paz entre compañeros, el ganador del Masters de 2017 tuvo palabras de cariño y emotivas, sin citarlo, para Rory McIlroy: «Creo que la fusión es genial. Ojalá hubiera pasado esto hace un año y medio y hubiera sido mejor para todos nosotros. Realmente lo creo. Por poner un ejemplo, no fue por la fusión, sino en el US Open hace hace dos semanas, que fue un gran torneo para mí. No dirías por qué. Terminé 27º. Pero no sólo por eso. Siento que jugué bien. Pero más que nada, porque recuperé un amigo, un amigo que sentí que había perdido en el último año más o menos. Hablamos y tuvimos una gran conversación, y siento que tengo a ese amigo de vuelta, y eso para mí significa mucho. Eso es algo muy positivo», reveló Sergio, alegre de que las heridas se vayan sanando.
Si la tensión entre Rory y Sergio se da por zanjada, no hay que descartar que las puertas de la Ryder Cup de Roma se le pudieran abrir de nuevo al español, aunque para ello tendría primero que pagar la multa y después hacerse miembro de nuevo del Tour. Por último, tendría que ser elegido por el capitán. Por tanto, aún tienen que pasar muchas cosas para que se pueda considerar como algo factible la presencia de Sergio en Italia.
Donde de momento no se ve Sergio es en el PGA Tour, aunque existiera en el futuro esa posibilidad… «Vine a LIV por diferentes razones, y una era poder jugar un poco menos. Obviamente eso no va a cambiar. Si todo sale según lo planeado, como esperamos que ocurra, no jugaré mucho en el PGA TOUR porque no planeo competir en 30 torneos al año. Eso no es algo que esté en mi mente en este momento. Lógicamente, a medida que las cosas se asienten y sepamos exactamente cuál es nuestra posición, podremos tomar decisiones. Pero no lo creo. No por el momento, supongo», sentenció.
