Stacy Lewis (-23) ha cantado línea, bingo y Gordo de una tacada.
La norteamericana ha ganado el RR Donnelley LPFA Founders Cup, su segunda victoria consecutiva de la temporada, alzándose además a la cúspide del ránking mundial. Es la nueva Número 1, desbancando a Yani Tseng.
Ella, que es sin duda la jugadora más en forma del panorama internacional con dos triunfos y un tercer puesto en los cuatro torneos que ha jugado este año, se convierte así en la séptima jugadora que alcanza el Número 1 del mundo desde que existe el Rolex Ranking. La lista de sus predecesoras quita el hipo: Yani Tseng, Lorena Ochoa, Annika Sorenstam, Jiyai Shin, Cristie Kerr y Ai Miyazato.
Resulta inevitable y casi de justicia recordar ahora los tremendos problemas de salud que sufrió esta jugadora, que hace apenas unos años luchaba denodadamente, ya no por jugar al golf, sino más bien por volver a andar, aquejada de una grave escoliosis que tuvo que corregirse sobre la mesa de un quirófano… No eran extrañas sus palabras al finalizar: «no sé cómo estoy aquí, cómo he llegado aquí, pero sé que todo ocurre por alguna razón», trataba de explicar.
Todo ha ocurrido, además, después de que el destino le haya dedicado un curioso y rebuscado guiño. La jugadora norteamericana fue penalizada con dos golpes el sábado después de un incidente que ocurrió en el hoyo 16, cuando su caddie, Travis Wilson, movió la arena de un bunker. Pues bien, ha sido precisamente en ese hoyo 16 donde Lewis cantaba la línea, el bingo y el Gordo después de firmar un impoluto birdie y ver como su gran rival por la victoria, la japonesa Ai Miyazato (-20), cometía un irreparable doble bogey. Hasta el tee de este hoyo había llegado Miyazato con un golpe de ventaja, pero salía de allí pidiendo árnica.
Las españolas han finalizado todas en un puño: Belén Mozo (-10), Azahara Muñoz (-9) y Beatriz Recari (-9). Precisamente el hoyo 16 propinaba un severo e injusto correctivo a Recari, que firmaba allí un dolorosísimo cuádruple bogey. La navarra había remado con paciencia y brillantez toda la semana, y aún tuvo la vergüenza torera de responder con un birdie postrero en el 17. Le honra el esfuerzo y esa demostración de amor propio.
Azahara encontró un poco tarde el equilibrio que venía buscando toda la semana, pero al menos lo encontró para terminar entregando su mejor resultado (68 golpes). En realidad, podemos llamarlo equilibrio o sencillamente acierto en los greenes… Terminaba además con tres birdies en sus últimos cuatro hoyos, una de esas series que al menos dejan un gran sabor de boca. Belén también puede sentirse satisfecha. La gaditana está más cerca de lo que parece de dar la campanada. Esta semana, en el Wildfire Golf Club de Phoenix, le ha pesado una primera jornada muy errática y desafortunada, pero su golf después ha sido más que notable. También ella terminaba con tres birdies en sus últimos cuatro hoyos.
