No es una habitual Cheyenne Woods (-9) de los puestos de gloria del circuito americano en su temporada de novata. Venía de perder los últimos cinco cortes y necesitaba un golpe de timón, algo a lo que agarrarse. Nunca mejor dicho: hace una semana cambió el grip de su putter, montando un Super Stroke, y no ha podido irle mejor, compartiendo ahora el liderato del Manulife Classic de Canadá con su compatriota Cristie Kerr y la tailandesa P. K. Kongkraphan, después de enchufar desde todas las esquinas.
El Whistle Bear Golf Club (Cambridge, Ontario), que anda de estreno como escenario de este torneo, ha recibido un castigo brutal. Las jugadoras no han tenido piedad y las tarjetas de 66 golpes se quedaban fuera del top ten. Menos mal que en los días previos las jugadoras habían señalado que este campo sería todo un test…
En medio de esta apoteosis del birdie las españolas no han brillado. María Hernández (-3) y Belén Mozo (-3) se mantenían a duras penas a la estela de la mejores, mientras que Carlota Ciganda (-1) y Azahara Muñoz (-1) se han quedado momentáneamente fuera del corte. Peor fue lo de Beatriz Recari (+7), que quizá necesite este viernes el 63 de las líderes para ganarse un hueco en el fin de semana…
