El LPGA Tour fue el primer gran circuito del mundo que anunció suspensiones de torneos a causa del coronavirus. El primero fue el Blue Bay de China. Estaba programado del 5 al 8 de marzo y el circuito americano femenino anunció el 31 de enero que no se jugaba por la situación que se estaba viviendo en el país asiático. Poco después cancelaba también con más de diez días de adelanto y con apenas unas decenas de contagios, las pruebas de Tailandia y Singapur. Mike Whan, máximo responsable del LPGA, demostraba que no le temblaba el pulso para tomar decisiones, que la salud de las jugadoras estaba por encima de cualquier cosa y que no se iba a dejar atropellar por el nuevo virus.
El torneo con el que no pudieron las guerras ni podrá el coronavirus
Han pasado ya casi tres meses desde la primera suspensión de China y Whan sigue demostrando que va varios pasos por delante del resto de circuitos. Mientras el PGA Tour anuncia que regresará la competición en el Charles Schwab Challenge del 11 al 14 de junio y no baraja, al menos públicamente ni con sus jugadores, otra posibilidad, o el European Tour ni siquiera se atreve a decir cuándo se va a volver o qué se va a hacer cuando regrese la actividad, Whan habló la semana pasada con sus jugadoras y estableció ya tres escenarios diáfanos de cómo va a actuar el LPGA Tour según lo que suceda. Transparencia, gestión y liderazgo.
El primer escenario se plantea con un regreso del 11 al 14 de junio, la misma semana del Colonial del PGA Tour, con el Meijer LPGA Classic en Michigan. Si finalmente se vuelve en esa fecha y no hay marcha atrás, es decir, se pueden jugar todos los torneos hasta final de año (hay 22 semanas programadas) se considerará una temporada completa a todos los efectos, habrá una ganadora del circuito y habrá jugadoras que pierdan la tarjeta y otras que promocionen desde el Symetra Tour y la Escuela.
El aspirante (un relato de ficción) Capítulo 17: Todos los caminos llevan al tee del 1
Si el regreso a la actividad se produce más tarde, aproximadamente a finales de julio, entonces habrá un híbrido. Tendremos campeona del LPGA, pero todas conservarán la tarjeta y sólo algunas subirán del Symetra Tour, por lo que no habrá Escuela de clasificación.
Podcast: Una charla de cuarentena con Carlota Ciganda
El tercer y último escenario es regresar en agosto o más tarde. En ese caso, no habría un final de temporada en 2020, si no que se combinará lo que se pueda disputar de este año con la temporada 2021. Obviamente, en este caso nadie perderá la tarjeta y no habrá ‘ascensos’ desde el Symetra ni se celebrará la Escuela.
Así se lo dijo Whan a las jugadoras en un vídeo. Información clara y precisa que compartió Carlota Ciganda en el blog Bola Provisional de Ten Golf. Las golfistas se sienten atendidas, cuidadas y, sobre todo, saben a qué atenerse según lo que vaya ocurriendo con el coronavirus. Un buen ejemplo para todos.
