Stacy Lewis debía estar ayer frotándose los ojos y las manos. La capitana estadounidense de la Solheim Cup disfrutaría como todos los aficionados al golf y al deporte con la eclosión fabulosa como profesional de Rose Zhang. Lo ganó todo en dos años en Stanford (12 títulos en 20 torneos, superando nada menos a su compañero cardinal Tiger Woods), revalidó su corona en la final de la NCAA y abandonó su estatus amateur para embarcarse en la travesía de las mayores, en el golf profesional. Llegar y besa el santo, que se llama.
La californiana, formada en La Granja (sobrenombre que se le da a la Universidad de Stanford, puede y debe estar en septiembre en Finca Cortesín, en España, donde las americanas, que no ganan desde 2017, buscarán romper la racha contra las europeas. ¡Quién mejor que Rosie, como es conocida por sus compañeras escolares, para hacer trizas el dominio del Viejo Continente! No es sólo su descomunal juego, sino el impulso que le daría a la competición la participación de semejante fenómeno golfístico. Poco después de la nueve de la noche, hora de la costa este de EEUU, aceptó ser miembro del LPGA y, por tanto, es elegible para la Solheim Cup.
Ha destrozado todo tipo de récords y lleva ganados diez de los últimos torneos en formato stroke play (once amateurs y uno profesional). Brindó uno de los momentos más históricos en el deporte con su triunfo en el Mizuho Americas Open y se convirtió en la primera jugadora en ganar su debut en la LPGA desde Beverly Hanson en 1951; además, desde hace diez años (Lydia Ko) no ganaba un torneo una invitada de un patrocinador. La jugadora de 20 años, que seguirá estudiando en Stanford para obtener su título en Comunicación, produjo posiblemente la carrera amateur más condecorada en la historia del golf universitario.
En sólo 20 eventos universitarios durante sus dos temporadas, entregó un récord escolar de 12 victorias, igualando a Lorena Ochoa, de Arizona (2001-03). Únicamente Phil Mickelson (Arizona State) ganó más pero en cuatro años: 16 títulos entre 1988 y 1992. Es la primera mujer en lograr dos veces el campeonato individual de la NCAA, estableció en dos ocasiones el récord promedio de golpes de una temporada de la NCAA (68,81 este curso, superando la media de 69,68 del primer año, fue elegida dos veces en primer equipo WGCA All-American y también estableció el récord de media de golpes en la NCAA con 69,24 en 62 rondas. Bestial.
No se vayan todavía. Aún hay más. Terminó su carrera como doble vencedora del Annika Award y fue dos veces golfista del año de WGCA, convirtiéndose en la primera ganadora que repetía desde Amanda Blumenherst, de Duke, en 2008. El 19 de abril, Zhang alcanzó 136 semanas consecutivas como la principal golfista amateur del mundo, superando el récord anterior de 135 establecido por Leona Maguire en 2018. Asimismo, ganó el Augusta National Women’s Amateur en 2023, derrotando a Jenny Bae (Georgia) en el segundo hoyo de desempate. Y se alzó con el US Girls Junior y el US Women’s Amateur en su ilustre trayectoria como aficionada.
«Es increíble. Quiero seguir haciendo eso, tratar de abrir un camino para que los niños pequeños persigan sus sueños. Estoy muy agradecido de que los críos disfruten de mí, disfruten de mi golf, y estoy muy agradecido por el apoyo», dijo anoche tras recibir varias rosas por su triunfo de manos de algunos niños.
Todos dicen que, más allá de su golf, la humildad es una de sus grandes virtudes. ¿Esperaba este triunfo? «La respuesta es no», afirmó entre risas, «sinceramente, ni siquiera esperaba pasar el corte, y la razón por la que digo esto es porque no pienso mucho en mis expectativas. Pienso en jugar y en golpear lo mejor que pueda. Obviamente tengo frustraciones, decepciones con mi juego, pero nunca pienso en dónde termino, dónde debo terminar…», subrayó Zhang, a quien no le había dado tiempo a echar un ojo al móvil cuando compareció ante la prensa. Seguro que se quedó impactada cuando vio un tuit de Tiger Woods, con quien todos la comparan: «Incredible few weeks for Rose Zhang, defends her NCAA title and then wins in her pro debut. Go card!». Palabra de maestro y del último deportista que revolucionó el golf. Llega el turno de Rosie.