A nadie le habría gustado estar esta tarde en la piel de Dan Maselli, árbitro del LPGA Tour que tuvo que asistir ayer a Annika Sorenstam en el hoyo 5 de su primera ronda en el Gainbridge LPGA. Un error en la aplicación de la regla casi arruina una de las gestas de la temporada. Porque sí, Sorenstam ha superado el corte en el primer torneo que juega en trece años y lo ha hecho justo en el número que se pedía (+2). El asunto es que debió superarlo de manera más holgada.
Situamos la acción. Sorenstam falló su drive de salida en ese citado hoyo 5 de la primera jornada. La bola acabó pegada a una puerta de acceso al patio posterior de una casa. La valla que separa esas casas del campo de golf está definida como fuera de límites y esa puerta es una continuación de la valla. La golfista nórdica no tenía swing y pidió la asistencia del árbitro para conocer sus opciones. Maselli explicó después a los periodistas que no podía aliviarse citando la Decisión 27/18, que dice lo siguiente:
27/18 Puerta en valla de fuera de límites
P Una puerta de una valla de fuera de límites se abre hacia el campo. Algunas veces la puerta está abierta y otras veces está cerrada. Si está la puerta abierta, ¿puede un jugador cerrarla si interfiere con su swing?
R Una puerta de una valla de límites, cuando está cerrada, es parte de la valla y no es obstrucción (ver Definición de «Obstrucciones») y no puede ser movida. No está contemplado en las Reglas el que una puerta de una valla de límites esté abierta. En equidad (Regla 1-4), un jugador que encuentre una puerta abierta puede dejarla como está o cerrarla, pero no moverla a cualquier otra posición.
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Es decir, si la puerta está abierta se puede mover, pero si está cerrada se entiende que es parte de la valla. Como la de Sorenstam estaba cerrada, no había nada que hacer… O sí. Eso decía la Decisión y lo que el árbitro no ha recordado es que eso ha cambiado tras la entrada en vigor de las nuevas Reglas del golf en 2019. Ahora hay una Interpretación por la que una puerta unida a un objeto fuera de límites no se considera parte de ese fuera de límites. Exactamente dice lo siguiente:
Interpretación Objeto de Límites/2 – Condición de Una Puerta Unida al Objeto de Límites
Una puerta situada para cruzar a través de un muro o una valla de límites no es parte del objeto de límites. Dicha puerta es una obstrucción a menos que el Comité decida declararla objeto integrante.
Así las cosas, según las nuevas Reglas de golf, Sorenstam sí se podría haber aliviado abriendo la puerta para jugar, aunque no dropando, ya que hay una regla local permanente que afecta a los torneos profesionales que dice que las puertas cerradas se consideran objeto integrante del campo y no se podría haber aliviado. De ese modo, su resultado en ese hoyo, que fue doble bogey, podría haber sido otro muy distinto. El error es del árbitro, por supuesto, pero en cierto modo también de Sorenstam, ya que los jugadores deberían conocer las Reglas. Cierto es que en el caso de la sueca, tiene el eximente de que hace trece años que no disputa un torneo de golf.
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Sin excusar el error del árbitro, pero por tratar de dar más contexto a lo ocurrido, hay que decir que las Interpretaciones de las Definiciones en las nuevas Reglas no se encuentran en el mismo apartado de la Regla, sino en otra parte del libro, por lo que es factible que Maselli no la haya encontrado de un vistazo… No justifica, pero añade una posible explicación.
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En cualquier caso, la suerte para Maselli es que finalmente quedó en anécdota su error. Sorenstam terminó su segunda ronda con +2 después de entregar una meritoria tarjeta de 71 golpes y ha logrado pasar el corte. Eso sí, ha tenido que sufrir y esperar hasta el final. En el momento de acabar su ronda, el +2 estaba justo dentro del corte, pero no se podía dar por seguro ya que era puesto 65º y entraban las 70 mejores y empatadas. Seguro que Maselli estuvo cruzando los dedos con fuerza para que el +2 entrara. Sus súplicas fueron escuchadas. Las suyas y las de todos los aficionados al golf, ya que es una gesta ver a Annika el fin de semana después de 13 años sin jugar un torneo de golf. Tiene mucho valor lo que ha hecho.
El LPGA emitió un comunicado aclarando el error del árbitro y explicando que no se puede revertir esa mala decisión. Maselli pidió perdón a Sorenstam tras la ronda y la sueca aceptó sus disculpas con gran elegancia: «No te vayas a comer la cabeza por esto, está bien».
Por otro lado, Carlota Ciganda (PAR) ha firmado una remontada notable y se ha metido en el corte con solvencia. Ha entregado una muy buena tarjeta con cuatro birdies y un bogey. Ha recuperado su solidez habitual, con once calles cogidas y quince greenes.
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Azahara Muñoz (+4) ha terminado con una tarjeta de 73 golpes y se ha quedado fuera del corte. La malagueña ha hecho cuatro birdies, tres bogeys y un doble bogey. El liderato del torneo sigue siendo para Lydia Ko (-10), con un golpe de ventaja sobre Nelly Korda (-9) y dos sobre Ryan O’Toole (-8).
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