El nivel de juego en la segunda jornada del Allianz Championship ha sido brutal. Las excelentes condiciones en el Old Course at Broken Sound de Boca Raton, Florida, también lo han permitido, como es lógico. El caso es que más de un ochenta por ciento de los competidores ha firmado tarjetas bajo par y, sobre todo en la parte alta de la clasificación, o jugabas cinco menos en el día o sencillamente no avanzabas ni un solo puesto. Cuando no lo perdías…
Que se lo pregunten a Miguel Ángel Jiménez (-8), que al final del día ha caído hasta siete posiciones con un 68 en el bolsillo. José María Olazábal (-6), con un 67 algo más tempranero, sí conseguía remontar unos cuantos puestos y darse su primera gran alegría en el PGA Tour Champions. Todavía tiene a tiro objetivos jugosos en la tercera y definitiva ronda de mañana desde su actual 23º puesto. Igual que Miguel (16º), a quien le haría falta un vueltón para situarse entre los candidatos al triunfo. Sea como sea, ahí andan asomando los dos españoles.
Sí ha llamado la atención el rendimiento de Bernhard Langer (-2), el ‘capo’ de este circuito, absolutamente descartado para la victoria tras sendas rondas de 71 golpes, demasiado cicateras para lo que se demanda esta semana. Doug Garwood, Joe Durant y Scott McCarron se han subido al carro del liderato después de firmar sendas tarjetas de 64, 65 y 66 golpes y alcanzar un acumulado de -12 en solo dos días. Lo dicho: o se vuela muy alto o no hay manera. Junto a ellos, Olin Browne ha mantenido a duras penas su condición de líder con un buen 69.
