Sergio García (+1) comienza con el pie cambiado su andadura en el Genesis Open, aunque el arranque por el hoyo 10 hacía pensar en otra cosa, porque no anduvo muy lejos el español de embocar para eagle desde la arena en este icónico par 4 corto del Riviera Country Club…
Después, sin embargo, fallaba más calles de lo habitual en las siguientes salidas y el putter, con alguna excepción que confirmaba la regla, tampoco le sacaba de apuros a lo largo y ancho de la vuelta. Antes bien, Sergio finalizaba la jornada con dos greenes a tres putts y dejándose además unas cuantas buenas opciones por el camino, de esas que marcan la diferencia, tirando desde distancias que iban de los tres a los cinco metros, sobre todo por los segundos nueve hoyos de su vuelta, cuando venía con el juego más engrasado y con la sana intención de remontar. También hay que recordar que, cotejando registros y porcentajes, estos greenes suelen acabar cada temporada entre los más complicados del circuito americano. Si no les coges el aire puedes llegar a pasarlo mal.
Nada más ganar en Dubai el español señaló que, desde ese punto en adelante, sería muy importante para él mantener la buena actitud y la concentración cuando las cosas no salieran tan rodadas. Y al margen del resultado hay que reconocer que se ha visto a Sergio muy metido en la pelea en todo momento. Mañana tendrá una nueva oportunidad de poner de nuevo a prueba la mentalidad de acero que le dio el triunfo en el Golfo Pérsico, pues le tocar remar de lo lindo. Siempre queda el consuelo de ver que la clasificación está muy apretada por arriba, aunque Sam Saunders (-7), el líder, metiera una marcha más. El español, eso sí, ya ha utilizado buena parte del margen de error razonable que se tiene en un torneo de tanto calado, con semejantes rivales.
Un total de 48 jugadores se quedaron sin acabar la primera vuelta, tras el retraso matutino por niebla. Y el caso es que la jornada del viernes se presenta de lo más accidentada, pues el parte meteorológico enseña una potente tormenta de agua y viento. Veremos cómo y cuánto se puede jugar en Riviera y, sobre todo, dónde termina el corte si es que se puede llegar a jugar unas horas bajo el agua y con rachas que van a rondar los 40 kilómetros por hora.
