Mientras el circuito europeo da el pistoletazo de salida con el Open de Sudáfrica, el PGA Tour echa a andar en 2016 con el rutilante torneo de los campeones de 2015, el Hyundai en tierras de Hawai (Plantation course at Kapalua, Maui). Basta un dato para entender la talla del evento: están los tres ganadores de grandes de 2015 (Spieth, Zach Johnson y Day) y seis top-ten mundiales (Spieth, Day, Watson, Fowler, Dustin Johnson y Reed)…
Se trata de ver quién pega antes y con más contundencia. Porque no es solo que la calidad de la nómina de jugadores salte a la vista, sino que además las estrellas han llegado muy bien preparadas, con muchas horas de golf y trabajo a sus espaldas. Jordan Spieth, actual Número 1 del mundo lo tiene claro: «parece como si la gente estuviese en un estado de forma más propio de mitad de temporada». Y lo ha dicho él, que fue el primero de los 32 jugadores en llegar al campo, hace casi una semana, aunque en este tiempo haya combinado el ocio con el trabajo. Durante las rondas de prácticas el texano ha detectado hambre y una puesta a punto en muchos de los competidores que asusta.
Spieth, por cierto, no pone paños calientes: él va a salir a ganar y también se encuentra en un buen momento después de un parón más corto de lo habitual, si miramos años atrás. Y con respecto al año 2016 tan solo avanza que su objetivo es volverse a ver luchando por los grandes en la cuarta jornada. Después, que caigan los que tengan que caer…
La lucha, por supuesto, no se cierra entre los hombres que hoy tienen un puesto en el top-ten mundial. En Kapalua están 19 del top-50 y 23 del top-100. Casi cualquiera de ellos puede comenzar el año de la mejor manera…
