Sergio García arranca mañana su 22º edición en el THE PLAYERS. Sólo hay cuatro torneos que haya jugado más veces en su carrera, curiosamente los cuatro Grandes, aunque esta semana iguala en 22 con el US Open y el Masters. En todo caso, el Stadium course del TPC Sawgrass es el campo que más veces ha jugado en competición, junto con el Augusta National. ¿Podría pegar algún golpe con los ojos cerrados en el recorrido de Florida? Hombre, pues la cosa no llega a tanto, no exageremos. Pero lo que sí es verdad es que hay situaciones concretas de juego a las que se enfrenta que, según las condiciones de juego, resuelve antes y de modo más eficiente que la media.
A lo mejor por eso (y también porque es un campo que realmente le encanta) nadie ha firmado en este torneo más tarjetas por debajo de los setenta golpes (él suma ya 25). También acumula ya 17 cortes consecutivos pasados, un récord muy lejos ya de la siguiente marca, que tiene Tiger con 14.
El de Borriol, por tanto, las ha visto de todos los colores en esta esquina de Florida, porque también ha sufrido duros revolcones. Bien fuera por las condiciones de juego, que pueden llegar a ser muy duras cuando sopla mucho el viento, por ejemplo, o por el simple hecho de tener un mal día en un recorrido muy técnico, muy de precisión, que como te agarre, no te suelta. De tantos colores las ha visto Sergio que a lo largo de las 21 ediciones que ya ha jugado ha tenido la oportunidad de pegar ya con cinco palos distintos desde el famoso y peliagudo tee del hoyo 17. Ha pegado con el wedge de 58 grados, con el 56, con el pitching wedge, el hierro 9 y hasta el hierro 8 (recordemos que suele jugarse en este par 3 una distancia que no llega a los 130 metros).
¿Será en 2022 cuando el español estrene un sexto palo distinto en este tee, tal y como vienen los partes meteorológicos? ¿Podría llegar a pegar un hierro 7 el sábado, día en el que se espera una gran caída de la temperatura y viento fuerte en contra? Da vértigo solo pensarlo. Hay que pensar que Sergio, con el hierro 7 en las manos y en condiciones normales o neutras, puede alcanzar tranquilamente los 170 metros de vuelo…
El jugador español ha salido hoy a calentar bastante pronto y a eso de las nueve de la mañana ya estaba jugando los nueve segundos del Stadium course. Lucía una aparatosa rodillera en la pierna izquierda, aunque no deben saltar las alarmas, pues se trataba de una simple medida de prevención por unas ligeras molestias en un menisco, dolencia que en realidad arrastra desde hace mucho tiempo y que de vez en cuando le da un poco más la lata.
