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El caddie del golfista de Barrika se confiesa en El Correo

Adam Hayes: «Jon llegaba en un gran momento al Masters y lo repetirá en noviembre»

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Adam Hayes, caddie de Jon Rahm © El Correo
Adam Hayes, caddie de Jon Rahm © El Correo

Adam Hayes, caddie de Jon Rahm, se prepara para el regreso a la competición. Ha pasado un confinamiento diferente, realizando reformas en su casa de Charlotte, donde el coronavirus ha pasado de largo, a más de 3.000 kilómetros del golfista de Barrika. Pero ahora ya atisba el final de la pesadilla y el regreso de los torneos, su gran pasión. Algo que repasa en una entrevista con El Correo.

Y la primera duda, sobre la fecha elegida para volver, queda aclarada desde el comienzo: «Para nosotros es una decisión excelente volver en Texas, si todo está lo suficientemente controlado. Puede sonar egoísta, pero creo que es el momento de ir recuperando la normalidad. El riesgo de contagio existirá mientras no haya vacuna y hay que respetar las normas, pero no podemos dejar de vivir y hacer todo lo que nos ocupaba antes».

Será por tanto en el Colonial Country Club de Fort Worth, donde se disputará el Charles Schwab Challenge, el escenario en el que regrese la acción al PGA Tour. Eso sí, sin aficionados en el campo… «Será extraño. Nos libramos de las molestias, pero lo que queremos es que haya público. Cuando hemos jugado sin gente después de alguna suspensión parcial por tormentas o riesgo de tornados, la sensación no es la misma. A Jon le gusta la gente, jugar para los fans y dar espectáculo».

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Sin aficionados, eso sí, los jugadores se ‘librarán’ de esos molestos clicks de las cámaras de fotos que a veces les incomodan más que el vuelo de un avión: «Molesta lo que no esperas. Los aviones, esos ruidos, forman parte de lo cotidiano. Un click, un móvil, una voz, no. Los verdaderos aficionados saben el respeto que hay que mantener, pero hay mucha gente que va a un torneo por primera vez y está sobreexcitada y no sabe que puede afectar en un golpe decisivo que le puede costar al jugador medio millón de dólares o ganar un torneo».

Adam Hayes ha seguido en contacto con Jon durante el confinamiento: «Hablamos una vez a la semana y nos enviamos mensajes el resto de días. Jon tiene un gran equipo a su alrededor y hay que darle su espacio. En cuanto se acerque el momento de prepararnos para ir a Texas nos comunicaremos más».

Y aunque lamenta que la interrupción de la temporada llegara justo antes del Masters, está convencido de que el golfista de Barrika llegará igual de bien preparado en noviembre: «Fue una pena, a Jon le encanta Augusta, es quizá su major favorito. Llegaba en un gran momento de forma. Y seguro que lo volverá a tener en noviembre. Además, sólo tiene 25 años y va a tener muchísimas oportunidades en el Masters».

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Eso sí, Hayes no cree que el hecho de que sea el único major que se juega siempre en el mismo campo le ofrezca a Jon algún tipo de ventaja: «Se le da bien y cada año lo conoces mejor, pero a la vez es el más difícil porque eso mismo le sucede al resto de jugadores. Y Jon colecciona triunfos en varias primeras veces que ha jugado en un campo. Dominar el recorrido es importante, pero Augusta es algo aparte».

¿Ha estado Jon muy presionado las semanas en que optaba al Número 1 del ranking mundial? Hayes lo intenta aclarar: «Sí y no. Jon lleva ya tiempo conviviendo en la tierra de los ganadores y es un objetivo que comparte con otros seis o siete jugadores. Si juega un buen golf conseguirá eso, ganar majors, saldrá de manera natural».

En cuanto a la Ryder Cup de septiembre, otro de los grandes objetivos de Rahm, Adam tiene claro que sin público no debería disputarse: «No (categórico). Es un torneo que se juega para la gente y con la gente». Ni siquiera el hecho de ser ‘enemigo’ en su propia casa, llevando la bolsa de Jon, le hace verlo de otra manera: «Me dará igual. Quiero estar en un equipo ganador y donde esté Jon lo es. Si gritan o hacen lo que sea me da igual. Tengo un poco de lío con la nacionalidad porque a los Juegos iré como olímpico español (carcajada)».

Por cierto, hablando de la Ryder, Adam recuerda la victoria de Jon ante Tiger en París, en 2018: «Se juntaron muchas emociones. Tiger es la persona que nos ha hecho amar el golf. Ha dado tanto a este deporte que todos debemos estarle agradecidos. Soy amigo suyo y muy buen amigo de su caddie. Fue una mezcla de sensaciones. Batirle en un gran torneo y tras un gran partido también fue un homenaje».

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Para terminar, Hayes responde a tres cuestiones interesantes. La primera, sobre el calendario: «No está perfilado en firme. Imagino que jugaremos Colonial, Hilton Head, donde no ha competido antes, pero le irá muy bien a mi entender, y Travelers«. La segunda, sobre cuánto ha evolucionado su relación personal: «Bastante, claro. Cumple años, crece, madura. Sabemos que nuestra relación de amistad es indestructible y nuestra relación de trabajo es excelente. Pase lo que pase seguiremos siendo amigos siempre. Jon tiene un gran corazón y eso le hace ser además una buena persona».

La última, sobre la situación de los caddies, sin empleo en estos meses sin competición: «La gente lo está pasando mal. Yo tengo la suerte de estar con Jon, un jugador con buenos resultados. Soy una persona previsora y lo llevamos sin traumas. A otros les ha pillado muy mal y da bastante miedo no poder trabajar. Como cualquier trabajador te acostumbras a una entrada de dinero constante y si se corta durante mucho tiempo las puedes llegar a pasar canutas».