Miguel Ángel Jiménez no ha podido ganar en el Champions Tour, y el asunto en sí mismo ya es noticia. Hasta ayer en Mississippi el malagueño había jugado dos torneos del senior norteamericano en Estados Unidos y había ganado ambos. Dicho esto, no hay alarma que valga. El juego de Jiménez está engrasado para la próxima cita de su calendario, nada menos que el Masters de Augusta. Miguel jugó por segunda vez consecutiva bajo par (71), remontó casi diez posiciones y acabó en el top 25. La mala primera vuelta, esa que condicionó el torneo, es ya sólo un viejo mal recuerdo.
La victoria en el Mississippi Gulf Resort Classic fue para David Frost. El sudafricano, de 55 años, se sobrepuso a una penalidad de un golpe en el hoyo 17 que lo dejó por momentos en estado de shock. Simplemente, no lo entiende. La penalidad fue porque su marca en el green se movió accidentalmente. A Frost se le escapó su bola de entre los dedos nada más marcarla, con la mala suerte de que cayó sobre la moneda y ésta se movió. «Sabía perfectamente la posición que tenía la moneda y la volví a colocar. Me llevé una sorpresa enorme cuando me dijeron que estaba castigado con un golpe, no lo entiendo. Sabía perfectamente dónde estaba la marca y la recoloqué. Por lo visto, me explicaron que hay una regla que contempla exactamente este castigo. Hay cosas de las reglas que no son fáciles de asimilar», se lamentó Frost. Por suerte pudo acabar con par y se impuso con un golpe de ventaja sobre Tom Lehman, que falló un putt de birdie de poco más de un metro para forzar el desempate.
