Ocho veces. No una, ni dos, ni tres y ni siquiera cuatro. Ocho veces ganó Tiger Woods en Bay Hill. Ocho veces ganó el mejor jugador del mundo de los últimos 30 años y, por inmersión, el mejor golfista de Estados Unidos. Pues bien, la gran paradoja de este escenario de postín, la casa de El Rey, otro de los más grandes de la historia, Arnold Palmer, estadounidense también, cómo no, es que cada año se rebela contra el golf norteamericano, se les cruza y se convierte en un oasis del jugador ‘extranjero’.
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O Tiger o nadie, parece decir Bay Hill en su historia. En los últimos 20 años han ganado aquí únicamente cuatro jugadores locales y ocho extranjeros. La goleada a domicilio va camino de repetirse este año. Superada la segunda ronda del Arnold Palmer Invitational, tenemos a doce jugadores diferentes en el top ten y los internacionales ganan por 7 a 2 a las Barras y Estrellas.
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Los líderes, de hecho, son un europeo y un asiático: Tyrrell Hatton (-7) y Sung Kang (-7). El inglés se lo ha puesto a huevo a Paul Azinger para que vuelva a hacer una de las suyas este fin de semana. Porque Hatton aún no ha ganado en el PGA Tour y, claro, para el comentarista estadounidense es como si no hubiera hecho nada en su vida. Ahí tiene la oportunidad para salir del ostracismo al que la miopía de Azinger manda a todos los que aún no han levantado un trofeo en suelo americano.
Rory McIlroy, el golpe del año y el método Tiger
El tercero, a un golpe de los líderes, es Danny Lee, neocelandés para más señas; y ya en la cuarta posición aparece Harris English con -5, aunque empatado, eso sí, con el gran favorito al triunfo. Por supuesto, no americano: Rory McIlroy. El Número Uno ha sacado adelante una vuelta de 73 golpes muy sufrida. Le ha costado horrores poner la bola en calle en un endiablado Bay Hill y el putter no ha estado tan caliente como el jueves. Aún así, su situación es envidiable, como la de Sungjae Im, ganador la semana pasada. El coreano está empatado con ellos tras hacer 69 golpes. Todo lo que sea bajar de 70 en condiciones tan exigentes vale su peso en oro.
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En la séptima plaza se amontonan seis jugadores a tres golpes de la cabeza, entre los que están los fiables Leishman y Bezuidenhout, así como Patrick Reed, Sam Burns, Tom Hoge y Brendon Todd.
Haciendo un repaso a los habitantes del top ten, no es nada difícil concluir que para triunfar en Bay Hill conviene tener muy alto el listón de la confianza. No es ninguna casualidad que entre los doce primeros clasificados, nada menos que ocho han ganado en el último año natural: Hatton, Kang, McIlroy, Sungjae, Leishman, Reed, Bezuidenhout y Todd. Y muchos de ellos lo han hecho recientemente.
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Brooks Koepka (+1) ha conseguido superar la enorme criba del campo de Florida. Paso adelante del actual Número Tres, aunque parece lejos de la cabeza. Necesita algo extraordinario el fin de semana para darse alguna opción. Al menos, no se ha quedado en el camino como sí han hecho Adam Scott, Lee Westwood, Justin Rose, Tommy Fleetwood, Tony Finau, Henrik Stenson, Bubba Watson o Joaco Niemann. El corte se cerró en +3.
