Davis Love III considera el British Open uno de sus torneos favoritos. Su actuación en el Royal Birkdale fue muy meritoria. Acabó en el puesto 19 con tarjetas de 75, 74, 70 y 75 golpes…
Aunque el de este año ha sido uno de los British más difíciles de los últimos tiempos, Love no se queja. Incluso comprende que haya jugadores que prefieran no jugarlo. Lo que detesta son los quejicas.
Algunos medios del entorno del circuito americano criticaron duramente a Kenny Perry por jugar en Milwaukee el U.S. Bank (donde acabó sexto a tres golpes de su cuarta victoria en 2008) y no acudir al Royal Birkdale, a pesar de tener asegurado su puesto en la Ryder Cup.
Pero Perry no es el primer americano que se queda en casa pudiendo disputar un British. Curtis Strange jugó 13 veces en su carrera, perdiéndose cinco citas en los años ochenta, en lo mejor de su carrera profesional. Scott Hoch sólo jugó el British Open cinco veces … y nunca consiguió aprenderse los nombres de los campos en los que jugó.
Davis Love III no quiere criticar a los que pueden pero no quieren jugar."Kenny es un tipo estupendo. No hay ni un ápice de maldad en su corazón", señala Love. "Pero él no se queja … simplemente no lo juega".
Lo que realmente molesta a Love son los jugadores que se hacen el viaje y arremeten contra el torneo. Aunque no dio nombres, Pat Perez es uno de esos ‘llorones’, por sus quejas contra la lluvia y el viento que le llevaron a asegurar que aquello no era golf.
"Pues no vengas", señalaba Love enfáticamente. "Si vas a tener una mala actitud el jueves antes de salir porque está lloviendo, entonces no vengas, porque estás perdiendo el tiempo. Al final no va a ser agradable, por una cosa o por otra".
Love cree que los americanos se crean una mala imagen porque uno o dos jugadores no vienen al British Open, como el año pasado Woody Austin, que decía que llevaba jugando ocho de las últimas nueve semanas previas al campeonato.
Refiriéndose al torneo de clasificación para entrar en el Open Británico, Love decía: "Había un montón de jugadores del circuito (americano) allí, peleando, tratando de meterse. Muchos están desesperados por jugar".
Love cree que lo mejor es esperarse lo peor. Heath Slocum, por ejemplo, llegó al Reino Unido y no tenía puesto hasta el jueves por la mañana. Slocum aseguró que el viento, el frío y la lluvia forman parte de sus recuerdos del British Open, cuando lo veía en la televisión de pequeño.
"No vas a tener una ronda fácil de golf todos los días", explica Love. "Si hace calor, la dificultad viene de otro sitio. El suelo es firme y rápido, y los botes pueden ser malos … hay mucho de suerte".
Incluso después de retirarse tras nueve hoyos, Rich Beem aseguró que seguiría jugando para clasificarse, si no estaba exento.
"Es el mejor golf que se puede jugar", concluyó Love.
