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Sobrevivió al indomable Royal Birkdale y ya apunta al Firestone

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Pablo Larrazábal es uno de los culpables de que el deporte mundial tenga ahora mismo a España en el escaparate. Entre putt y putt de práctica en los greenes de Aloha, este joven talento barcelonés soñaba con jugar algún día al lado de los mejores…

Arrancaba la temporada y Pablo prácticamente estaba estrenando la tarjeta del circuito en Europa con el Open de Andalucía. Era el mes de marzo. 

Ahora, poco más de tres meses después, son muchos los jugadores que sueñan con jugar una ronda con Larrazábal, con el ganador del Open de Francia, con el jugador del mes de junio del circuito europeo, con el golfista que ha brillado con luz propia en su primera aparición en el British Open, con el tipo de va camino de convertirse en el mejor novato del año…

Cargando las pilas en Barcelona y saboreando aún las mieles de la experiencia en el Royal Birkdale, Pablo atendió la llamada de Ten-Golf. Son las reflexiones de un jugador que un día aprendió que no siempre lo mejor es morir matando.

 

Primera participación en el British, pasas el corte y estás con los mejores salvo en la ronda final, ¿qué sensaciones te quedan tras jugar en Royal Birkdale?

Es el mejor torneo del mundo al margen de la Ryder Cup. Ha sido un enorme placer poder jugarlo y más con los jugadores que he tenido al lado: Adam Scott, Zach Johnson, Michael Campbell o Paul Casey. Son cuatro jugadores de nivel mundial y muy buena gente. Supongo que habré aprendido algo, aunque todavía no me he parado mucho a pensarlo.

 

¿Cómo es el regusto que te ha quedado?

Estoy entre la alegría y la frustración porque el resultado podía haber sido mucho mejor. He jugado muy bien de tee a green, pero no he conseguido ser consistente con el putt.

 

Es tu primera temporada en el circuito mayor y parece que todo va demasiado rápido, ¿cuál es tu próximo objetivo?

Lo que tengo que demostrar ahora es todo esto no ha sido fruto de una semana aislada. He demostrado que puedo jugar grandes, pasar cortes contra jugadores que están al nivel de los mejores… Pero no quiero parar. Todavía puedo hacerlo mucho mejor y quiero trabajar para ello, para alcanzar mi máximo nivel.

 

Algo tendrá el British cuando lo bendicen, cuente, cuente…

Es un torneo diferente, no se puede comparar con nada. Los otros tres grandes se juegan en campos difíciles, como Augusta, pero la climatología te deja jugar. En el British no juegas contra otros, sino contra el campo, contra la naturaleza del golf. El British sin viento no sería el British. Es cierto que este fin de semana ha soplado mucho, pero se podía jugar. Si jugabas bien, tenías algo de suerte y pateabas con regularidad podías hacer resultado. Yo me he encontrado muy bien jugando con este viento.

 

¿Qué pasó en la última jornada (79 golpes)?…

 

Venía con muchas ganas y jugué muy bien el hoyo 1 y el 2, pero tripateé y me descoloqué. Se me vino todo un poco abajo. A partir de ahí quise atacar un poco para volver al resultado que yo quería, pero a este campo no le puedes atacar. Me voy con la lección bien aprendida. Hay que tener mucha más paciencia y esperar a que los birdies vayan llegando. No hay que buscarlos porque sin hacer birdies se puede hacer también un buen resultado. No tuve suficiente paciencia.

 

Primero el British y ahora el Bridgestone (torneo de la Copa del Mundo que se juega en Firestone, Ohio, y que disputa Pablo Larrazábal como campeón del Open de Francia), ¿cómo lo afrontas?

Es otro reto más para valorarme como jugador. El examen del British ha sido aprobado y ahora llega otro examen.

 

 

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Scott, Pablo y Zach Johnson

¿Motiva especialmente jugar en Estados Unidos?

 

Me lo tomo con tranquilidad. Tengo ganas de probar la experiencia americana porque según me han dicho allí se juega a otro deporte. Después intentaré quedar lo más arriba posible, aunque mi sitio es Europa. Terminaré lo mejor pueda la temporada y si puedo ganar algo más fantástico y, si no, el objetivo es estar entre los 20 primeros para meterme en el British de 2009.

 

La Ryder se ha puesto difícil, pero ¿se sigue soñando con ella?

Me quedan tres torneos antes de que se acabe el plazo y tras los dos últimos resultados hay menos posibilidades. Si quedara primero o segundo en el Bridgestone… El sueño ha sido bastante bonito, pero mientras siga teniendo opciones no tiro la toalla. La verdad es que hay cosas que he conseguido este año que me hacen mucha ilusión como ser jugador del mes y optar a rookie del año.

 

Eres el 129 del ránking mundial, ¿es un objetivo acabar el año entre los 100 primeros?

Si lo conseguimos fantástico, pero no es un objetivo. Quiero acabar entre los 20 primeros del Orden de Mérito, que va a ser muy duro (ahora mismo ocupa el puesto 14 y tiene el 21 a poco menos de 110.000 euros).

 

Si empiezas a madurar sobre lo que has hecho este año, ¿de qué estás más orgulloso y en qué piensas que debes mejorar aún?

He mejorado mucho en mi forma de jugar en el campo de golf. Yo jugaba muy agresivo y ahora veo que mi estrategia es muy parecida a la de los buenos de verdad. Por contra, me falta mejorar en los tiros de entre 40 y 80 metros. No soy muy bueno ahí. Además, tengo que ser más consistente con el putt. Ahora mismo tengo semanas buenas y malas.