Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Al Oso (Dorado) hay que cazarlo antes de vender la piel…
Davis Riley lidera el Memorial Tournament tras la primera jornada

Al Oso (Dorado) hay que cazarlo antes de vender la piel…

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Davis Riley. © Golffile | Eoin Clarke
Davis Riley. © Golffile | Eoin Clarke

Decía Jack Nicklaus en los días previos al inicio del Memorial, su torneo, que el recorrido de Muirfield Village Golf Club, su campo, llegaba a la cita exactamente como él querría que llegase siempre: calles firmes, greenes rápidos y duros (y más que lo estarán) y un rough severo, aunque no imposible (lo de posible o imposible sería discutible, visto lo visto en la primera jornada y según las zonas del campo).

En fin, que al Oso Dorado le va la ‘marcha US Open’ más que ninguna otra, aunque en efecto el Abierto estadounidense sea capaz de apretar todavía más las tuercas de la exigencia; en ocasiones, cuando se les va mano, rozando el límite del esperpento (cuestión de gustos: sea incluso bienvenido el esperpento de tanto en tanto).

En tales circunstancias, aquellos que llegan sin su mejor versión y no encuentran un analgésico eficaz en las rondas de práctica, pueden pasarlo muy mal. Ha sido el caso del defensor del título, Billy Horschel (+12), cuyo mejor resultado este año fueron aquellos octavos de final que alcanzaba en el WGC Match Play.

¿Resulta entonces sorprendente que el líder en solitario sea Davis Riley (-5), teniendo en cuenta también que viene de fallar sus últimos cuatro cortes? No tratemos de buscarle una explicación lógica a todo: Riley viene de fallar los últimos cuatro cortes, es cierto, pero justo antes ganaba el Zurich Classic junto a Nick Hardy, y además su segundo mejor resultado del año se dio en el Arnold Palmer (8º), un torneo de perfil empinado, disputado en condiciones muy duras y que se ganó con un acumulado de -9.

Sea como sea, a este Oso (a su creación más personal: Muirfield Village) hay que cazarlo antes de acordar el precio de su piel. Rory McIlroy (PAR), por ejemplo, se subía al tee del 18 con la posibilidad real de alcanzar el registro que en ese momento marcaba la línea del liderato, -4, puesto que había armado hasta ese punto una interesante ronda de golf y marchaba con -3… Sin embargo, fallaba la salida a un lugar muy feo (su bola se había quedado en un talud que era más bien un muro de rough tenebroso), encadenaba un error detrás de otro y terminaba con un triple bogey. En su mismo partido, Jordan Spieth (-3) se plantaba en el mismo tee con la posibilidad real de alcanzar el liderato en solitario, pero fallaba la salida a un bunker, erraba también el disparo desde la arena (bola contra el talud) y, eso sí, terminaba sacando adelante un bogey extraordinario que minimizaba el daño.

La lista de damnificados ilustres es importante. Justin Thomas (+3) llegaba a situarse con un parcial de -2 y terminaba firmando un 75. Matt Fitzpatrick (+4) sumaba hasta cinco birdies, pero se iba hasta un registro de 76, un golpe menos que el 77 final de Xander Schauffele (+5).

Jon Rahm (-2), que jugaba en el turno matutino y en el momento de entregar su tarjeta estaba en octava posición, ha terminado el día dentro del top ten. Buen panorama el suyo. Pero ni siquiera él, que a este Oso parece tenerlo comiéndole de la palma de la mano, debería bajar la guardia.

Resultados en directo del Memorial Tournament 2023