Juan Sebastián Muñoz (-21) manda en el AT&T Byron Nelson a falta de 18 hoyos. El golfista colombiano puso en marcha su vuelta con un eagle desde la arena en el hoyo 6 y terminó con una tarjeta de 66 golpes que le va a permitir salir este domingo con un golpe de ventaja sobre Jordan Spieth (-20).
El torneo de Dallas está precioso. De eso no hay ninguna duda. A falta de una jornada hay diez jugadores separados únicamente por cinco golpes. Y qué jugadores. Entre los candidatos están, además de Spieth, Joaquín Niemann (-19), Justin Thomas (-18) o Scottie Scheffler (-16). Casi nada.
Ahora bien, una cosa es que la batalla final por el Byron Nelson esté muy bonita y otra bien distinta es saber si todo esto sirve realmente para preparar el PGA Championship, el segundo Grande de la temporada que empieza en cinco días. Jordan Spieth, que juega en casa, decía al acabar la tercera ronda: «es la vez que más opciones tengo de ganar este torneo. El gran objetivo esta semana es preparar el PGA y, desde luego, no habría mejor manera de prepararlo que llegar con una victoria bajo el brazo».
Es innegable que desde el punto de vista de la confianza este Byron Nelson ayuda. Estar casi en cada hoyo pateando para birdie o para eagle, meterte en uno o cero problemas en toda la semana, estar casi siempre en calle, no saber casi lo que es una recuperación… No hay duda que para la moral es bueno.
Ahora bien, más allá de ese aspecto psicológico, que no parece precisamente primordial para los mejores jugadores del mundo, digamos que lo llevan de serie, ¿de verdad sirve para algo para por el Byron Nelson antes de aterrizar en Southern Hills?
Sinceramente, no lo parece. Poco o nada van a tener que ver las condiciones que están afrontando esta semana en el TPC Craig Ranch con las de Southern Hills en unos días. Allí las calles serán mucho más estrechas, el campo es más largo, se pega poco wedge, coger greenes no será nada fácil y las recuperaciones van a estar a la orden del día. Es como pasar de unas vacaciones en el Caribe con todo puesto por delante a meterte en una mina a sacar carbón. Se puede hacer, por supuesto, y más estos jugadores tan buenos, pero no parece lo mejor.
Aquí van algunas cifras del festival del Byron Nelson: se han hecho ya 1.779 birdies en tres días y 89 eagles. El acumulado del torneo es 1.023 golpes bajo par. Spieth pateó ayer en cuatro ocasiones para eagle. Se vieron veinte vueltas de 66 golpes o menos y 42, más de la mitad de los jugadores, por debajo de 68. Sólo ocho golfistas jugaron sobre par y el resultado más alto fue de 74 golpes. Es decir, nada que ver con lo que ocurrirá la semana que viene. Será interesante comprobar si la inyección de autoestima y felicidad en el paraíso del birdie es suficiente gasolina para llegar perfectamente preparados al PGA Championship.
