Jon Rahm saca lecciones de todo. Cuando gana y cuando no lo hace. Este domingo se ha ido de México con una reflexión clara en su cabeza. «Días así te recuerdan que nada de lo que has hecho antes sirve. Tienes que salir ahí afuera y volver a hacerlo bien para ganar. Aquí son todos buenos. Y yo hoy no lo he hecho suficientemente bien», comentaba el Número Uno con esa eterna visión exigente que tiene del deporte y de la vida. No le vale ser segundo, por si hay alguien que aún lo duda. Ni siquiera le vale después de ganar el Masters. Así es su mentalidad.
De hecho, Jon estaba más que fastidiado. Quería ganar y no hacerlo deja una marca. «La herida de no jugar bien y no ganar sigue fresca. Me gusta el campo y al campo le gustó yo. Eso está claro. Dos torneos y un primero y un segundo, ojalá pueda seguir jugando así de bien», señala. Sea como fuere, el segundo puesto en solitario asegura a Jon dos semanas más como Número Uno del mundo. Esto significa que alcanzará las 51 semanas, por lo que empatará con Jason Day, como mínimo, en el puesto octavo de la lista histórica de jugadores con más semanas en el primer puesto del ranking mundial.
En cuanto a la exigencia, Rahm recuerda una frase del gran Arnold Palmer. «Un día como hoy te recuerda que lo que has hecho antes no vale de nada. Tienes que salir ahí y volver a hacerlo bien para ganar. Como dijo Arnie, el camino hacia el éxito siempre está construcción y no hay una frase más cierta».
Respecto al balance de la ronda, el de Barrika apunta que «el objetivo era llegar a 23, 24 o 25 bajo par. Ha sido un día en el que no he hecho nada mal y no he hecho nada bien. No sabría decirlo. Ha sido un día un poco soso. No han sido malos swings, pero no he conseguido darme las oportunidades que necesitaba para dejarme opciones de birdie al principio y meter presión a Tony. No han sido golpes perfectos, ni terribles. Me encontré demasiadas veces entre seis y doce metros para birdie. He dado todo lo que tenía y es todo lo que puedo pedir. Ha sido un buen espectáculo. No aproveché los hoyos 12 y 14 y en el 16 y 17 estaba convencido de que las había puesto en green».
Rahm no perdió la fe en la victoria hasta el segundo tiro en el hoyo 16. «Cuando hice el birdie en el 15 sabía que si podía jugar bien el 16 y el 17, aún había una oportunidad ahí. Si hubiera cazado el green con el segundo tiro en el 16 y me hubiera dado una verdadera oportunidad de birdie, seguro que la recuperación de Tony se habría vuelto más difícil. Nunca se sabe lo que puede
suceder, pero había un montón de opciones durante todo el día. Los primeros cinco hoyos, con los golpes de salida que pegué y donde estaba, debería haberme dejado al menos un par de putts de birdie de menos de cuatro metros. Pero no lo hice. Hice lo que tenía que hacer desde el tee, pero no aproveché algunas de esas oportunidades. No voy a meter putts de doce metros todos los días, aunque tampoco el putt acompañó demasiado. No es terrible, sigue siendo un 67, es 4 bajo par, pero ojalá hubiera sido mejor». Cristalino.
Jon se apunta a volver a México cada vez que el calendario le cuadre. Se encuentra cómodo y pide incluso que haya más torneos más allá de Estados Unidos. «Ojalá sigamos teniendo más eventos en Latinoamérica y México porque yo me lo paso muy bien. Espero que con los cambios que tendremos el año que viene en el calendario, este torneo no caiga en mala fecha para todos y pueda seguir viniendo. Es un gran torneo, se nos trata muy bien. Animo a que más golfistas vengan. Lo único que falta es un poco más de ambiente. Ánimo a los jugadores de aquí a que vengan. Ojalá hubiera podido ir más en España a ver más torneos, se aprenden y se inspira. Animo a que vengan porque merece la pena», remata.
Los dos próximos días, Jon tendrá un par de eventos con sus patrocinadores, a partir de ahí su objetivo es descansar cuerpo, alma y mente para llegar lo más freso posible a su próxima gran cita, que no es otra que el PGA Championship, segundo Grande de la temporada.
