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Crónica de la jornada final del Mexico Open at Vidanta Vallarta

La gracia del asunto es que a Jon se lo llevaban los demonios

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Tony Finau posa con el trofeo de ganador del Mexico Open at Vidanta Vallarta. © PGA Tour
Tony Finau posa con el trofeo de ganador del Mexico Open at Vidanta Vallarta. © PGA Tour

Tony Finau (-24) se ha llevado el Open de México con autoridad, firmando una última tarjeta de 66 golpes en el recorrido del Vidanta Vallarta, libre de bogeys, para aventajar en tres al otro gran candidato, Jon Rahm (-21), que ha finalizado segundo en solitario. En otros tiempos no tan lejanos es posible que el 67 del español hubiera servido para acogotar al junco de Utah, un jugador que durante años se caracterizó, entre otras cosas, por ponerse mirando al triunfo tropecientas veces y no ser capaz de rematar las faenas. No había domingo en el que, en tal situación, Finau no hiciera algún regalito a sus más enconados rivales, normalmente fallando unos cuantos putts de entre uno y tres metros de distancia…

Este Finau es otra cosa. En los últimos nueve meses, de hecho, suma ya cuatro triunfos, obtenidos todos ellos con insultante suficiencia. Y este domingo, precisamente, cerraba una y otra vez las puertas embocando todos esos putts que antaño se quedaban por el camino, con mención especial para el par que salvaba en el hoyo 8 desde más de cuatro metros en un momento crucial de la vuelta, cuando Jon todavía disponía de un amplio margen para la remontada. Al estadounidense sólo le queda para completar su definitiva mutación en mega crack una gran actuación o una victoria en un Grande (y eso que no lo ha hecho nada mal en unos cuantos, pues atesora diez top ten). No descartemos que ocurra este mismo año…

Por otra parte, es de justicia reconocer que los premios de consolación que obtiene Rahmbo dejan normalmente mucho más que consuelo. Su segundo puesto sólo puede calificarse con un sobresaliente, si dejamos la Matrícula para el ganador. Casi da pereza ponerse a hurgar en los hechos, en busca de las razones que le han negado la remontada. ¿No será sencillamente que alguien, sólo uno en este caso, ha sido mejor? En realidad, y aunque las cuentas no terminaban de cuadrar ni de apretar al líder, Jon todavía se subía al tee del 17 con alguna remota opción.

Pero pongámonos con la dichosa tarea de disección. Digamos que al español le ha faltado el don de la oportunidad. Ese purito tempranero, ese tirazo de locos para dejarse el birdie dado en un par 4, esa bola de dos en green en un par 5… Oiga usted, es que al final hay que afinar mucho en busca de ‘peros’. Sin terminar de armar su versión más poderosa y conformándose a la fuerza con pares en los hoyos 12 y 14, dos de los tres pares 5 de los segundos nueve, todavía sacaba birdies magníficos en los hoyos 13 y 15 para recordarle a Finau que desde su esquina jamás se arroja la toalla.

Este tipo, en los últimos ocho meses, si no gana, queda segundo. O tercero. Puede que cuarto o quinto, no mucho más allá. Es una manera de hablar, ya nos entendemos, aunque no ande muy lejos de la literalidad el juego de palabras. Al morrosko se lo llevaban los demonios después de fallar la salida y el segundo tiro en el 12, o ese hierro 4 en el 14, donde todavía esperaba dejarse una buena opción de eagle que hiciera dudar a su buen amigo. Se lo llevaban los demonios y esa es la gracia: lo poco o nada que le colmaba en aquellos precisos instantes haber sumado ya cuatro victorias en 2023, chaqueta verde incluida. Después de la cuarta, habrá que ir a por la quinta. Y luego la sexta. Percutir y percutir. Esa es la gracia.

Resultados finales del Mexico Open at Vidanta Vallarta