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El golfista de Borriol explica cómo fue su sensacional golpe en el 17 de THE PLAYERS

«Estaba en una nube y cuando desperté iba +4»

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Sergio García © Golffile | David Rosenblum
Sergio García © Golffile | David Rosenblum

Terminó su ronda con una discreta tarjeta de 73 golpes, en el puesto 66, pero su sensacional hoyo en uno en el icónico 17 del TPC Sawgrass convirtió a Sergio García en uno de los grandes protagonistas de la primera jornada de THE PLAYERS Championship.

El golfista de Borriol, que jugaba su primer partido desde el Masters, no pudo ocultar su emoción: «Había una buena distancia al hoyo y algo de viento, pero pegué un tiro sólido de 52 grados. Es decir, creo que le pegué bien, pero la bola puede ir allí y pasarte tres yardas, puede pasar cualquier cosa. Pero fue fantástico ver botar la bola y el giro que hizo para terminar en el hoyo. Tal vez porque necesitaba algo así después del comienzo de ronda que tuve. Es, digamos, una forma de convertir una ronda bastante pobre en una ronda decente. Si tengo un buen día mañana, todavía tendré posibilidades».

La reacción de la gente en el 17 fue fantástica, algo que no pasó desapercibido para Sergio: «Sí, sí, fue genial. Obviamente, ¡era un hoyo en uno! Si no reaccionan a eso, entonces algo va mal… Pero sí, la reacción de la gente fue fantástica. Ojalá hubiéramos tenido más gente en el estadio porque habría sido memorable, pero fue realmente divertido».

García lleva la cuenta del número de hoyos en uno que ha logrado en su carrera: «Este ha sido el número 12, cinco en torneos y siete en entrenamientos». Curiosamente, es la primera vez desde hace 20 años que un ganador del Masters de Augusta logra un hoyo en uno el mismo año en que logró enfundarse la Chaqueta Verde. El anterior en hacerlo fue Tiger Woods, en 1997, palabras mayores…

«Sabemos que es algo que puede pasar, pero es un hoyo en el que puedes pasar de hacerlo en un golpe a irte a cinco. El tiro de Adam (Scott), por ejemplo, no fue tan malo, sólo un poquito justo. Pensé que la bola se quedaría allí, pero fue cayendo hasta terminar en el agua. Es complicado, la verdad. Es probablemente uno de los hoyos de 125 a 140 yardas más difíciles a los que nos enfrentamos cada año. Y con lo firmes que son los greenes, probablemente las banderas delanteras son más fáciles. Será una dura prueba durante toda la semana», explicó el de Borriol.

Sergio soñaba con el momento en que sería presentado como ganador del Masters. Ayer, por fin, pudo vivirlo: «La sensación fue genial. Estaba un poco nervioso al principio. De hecho creo que no entré bien en el torneo por todo lo que estaba sucediendo. Es lógico que después de ganar el Masters los medios de comunicación y la gente te feliciten a todas horas, me sentí como si estuviera en las nubes, y cuando desperté, tenía un +4 en seis hoyos. Pero luego empecé a dar mejores golpes, a patear mejor y al final pude salvar la ronda, a ver qué tal mañana».

Para terminar, García explicó que en alguna ocasión ha tenido que dar un golpe justo después de que alguien hiciera un hoyo en uno: «Sí, sí, seguro que lo he hecho, seguro… No es fácil, para nada, aunque por otra parte puedes decir que has visto algo grande. Prefiero eso que ver a alguien pegarle al agua».