Sergio García (-3) y Jon Rahm (PAR), los dos españoles que disputan esta semana el Genesis Invitational en el PGA Tour, lograron pasar el corte para seguir en el torneo el fin de semana… aunque con sensaciones muy distintas. Porque el gran final de ronda del golfista de Borriol, con tres birdies en sus cinco últimos hoyos, contrastó y mucho con el sufrimiento del Número 1 del mundo, que se jugó su continuidad en este evento en un último putt de casi dos metros en el hoyo 18 después de una ronda en la que la frustración se terminó apoderando de su juego.
Todo lo que podía salir mal le salió peor al de Barrika, que se enfrentó a una mezcla explosiva de errores y mala suerte que a punto estuvo de mandarle a casa por la vía rápida. Su último corte fallado fue en el Estrella Damm N.A. Andalucía Masters, evento tras el que decidió tomarse un par de meses de descanso. Y aunque hoy evitó la debacle con mucha angustia, no pudo continuar con su espectacular serie de resultados al par o mejor en el PGA Tour, que cerró con 34 rondas consecutivas, el mejor registro en la gira en los últimos 19 años y cuarto mejor de la historia.
Jon entregó una tarjeta de 73 golpes, dos por encima del par del campo, lastrado por varios errores desde el tee (50% de calles), poca precisión con los hierros (50% de greenes en regulación) y muy mala suerte con el putter. En los segundos nueve se dejó por el camino un par de birdies que parecían hechos con dos putts que no quisieron entrar. Y para colmo, cometió dos bogeys prácticamente calcados, en el 14 y el 16, con bolas ‘clavadas’ en la arena en sendos pares tres.
Antes, había ido arreglando a duras penas cada error, con dos bogeys y dos birdies en los primeros nueve, y un birdie más en el par cinco del 11, en el que pateó para eagle, con el que ponía su marcador al par en el día tras cometer un tercer bogey en el 10. El putt para birdie del par cinco del 17, desde algo más de dos metros, no quiso entrar, poniendo a Rahm en una situación límite en el último hoyo del día. Todo lo que no fuera hacer par o mejor le sacaría del torneo.
Para colmo, su golpe desde el tee en esta última bandera se fue completamente por la derecha y después de botar en el camino, terminó en una zona de rough, junto a los árboles. Por suerte, el español pudo pegar un approach bajo y abierto para mandar su bola al antegreen y disponer de dos putts para hacer el par y seguir adelante. Aunque aún tuvo que sufrir, porque su primer intento, muy defectuoso, se frenó antes de lo previsto dejándole un ‘match ball’ de casi dos metros que terminó embocando.
A Jon se le vio muy contrariado en varios momentos de su ronda, sin saber muy bien cómo enderezar la situación. Necesitará un reseteo rápido para afrontar el fin de semana con otro ánimo y pensar más en recuperar sensaciones que en un buen resultado, ya que los primeros puestos parecen absolutamente inalcanzables para el de Barrika. También lo son, pero menos, para Sergio, que hoy dejó grandes golpes para escalar posiciones en la clasificación y soñar con meterse en la pelea por el top 10.
El de Borriol, que se había visto con pie y medio fuera del torneo tras cometer dos bogeys en sus tres primeros hoyos y ponerse con dos golpes por encima del par en el acumulado, cuando el corte estaba en uno bajo par. Pero reaccionó de maravilla, en especial en los segundos nueve, para no sufrir al final y mejorar más de 30 puestos en la clasificación. Ya en el par cinco del 17 (comenzó jugando su ronda por el 10) selló su primer birdie del día. Un acierto que tuvo continuidad de inmediato…
En el par cinco del 1 logró ponerse al par, y del 5 al 8, firmó tres birdies más en tres pares cuatro para entregar una buena tarjeta de 68 golpes. García cometió algunos errores desde el tee (64% de calles), pero encontró la fórmula para recuperar con éxito (72% de greenes en regulación) y estuvo acertado con el putter (1,5 golpes ganados) para seguir vivo en su primer torneo de 2022 en el PGA Tour.
Un Genesis Invitational que domina con mano de hierro el chileno Joaquín Niemann (-16), después de dos rondas consecutivas de 63 golpes, récord histórico del torneo, con Cameron Young (-14) al acecho, y en el que jugadores como Justin Thomas (-11), Adam Scott (-9), Jordan Spieth (-9) o Collin Morikawa (-8), entre los grandes favoritos desde el comienzo, se resisten a decir su última palabra…
