Al rico 61, oiga. No uno, sino dos se han visto hoy en la tercera jornada del Travelers Championship. Sigue el festival en el PGA Tour desde que volvió la competición tras el parón por coronavirus. La media de golpes de las dos últimas semanas de todos los jugadores es de 68,9. Una cifra alucinante. De hecho, está por debajo del registro de Rory McIlroy la temporada pasada y que el más bajo del PGA Tour. El circuito americano ha salido del confinamiento desatado.
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Los autores de los 61 han sido Brendon Todd (-18) y Dustin Johnson (-16). Ambos figuran ahora, a falta de 18 hoyos, en la primera y segunda posición tras un día del movimiento que se ha jugado bien temprano en el TPC River Highlands para evitar las temidas tormentas vespertinas. De hecho, los últimos partidos terminaron ya bajo la lluvia.
La bacanal de Todd y Johnson (es la vuelta más baja de su carrera en el PGA Tour) es un aviso serio a navegantes de lo que puede ocurrir el domingo. Un aviso para ellos mismos. En este campo puede ocurrir de todo, las vueltas bajísimas están a la orden del día, pero si no se anda fino desde el tee se puede sufrir. Es por ello que la clasificación puede dar un vuelco perfectamente.
Brendon Todd persigue la tercera victoria de la temporada
Todd busca su tercera victoria de la temporada. Palabras mayores. Es un golfista curioso. De vez en cuando entra en trance y se pone a hacer birdies como si no hubiera mañana y después se echa una siesta. Sus dos triunfos en Bermuda y Mayakoba fueron seguidos, allá en noviembre, la semana siguiente acabó cuarto en el RSM Classic y a partir de ahí enlazó cinco torneos cuyo mejor resultado fue un 21º. Tanto en el Charles Schwab Challenge como en el RBC Heritage falló el corte. Es un golfista de extremos, como demuestran esos 23 cortes fallados en 25 torneos en 2016. Ahora está a 18 hoyos de rubricar su tercer triunfo del curso, algo que sólo está al alcance de los elegidos en el PGA Tour. El cielo o el infierno. No existe el término medio. Esta semana anda sobresaliente desde el tee. Ha cazado, ojo, 41 de las 42 calles que ha jugado. Tremendo.
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Dustin Johnson ha recuperado la marcha. Buena parte de culpa la tiene un ajuste que hizo en su bolsa a principios de semana. Metió dos híbridos y un nuevo putter que probó en el Charles Schwab Challenge, lo apartó en el RBC Heritage y lo ha vuelto a recuperar después de meterle algunas modificaciones de peso y posición. Llaman la atención los dos híbridos en un jugador con su pegada. No es algo habitual. La razón es que con ellos hace la distancia que necesita en muchas salidas de este TPC River Highlands. Es decir, ha llegado a Connecticut con la lección bien aprendida.
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El putter hoy es lo que le ha hecho despegar hasta el 61. Su vuelta ya estaba siendo buena, con un parcial de cuatro bajo par en los primeros nueve hoyos, pero la clave definitiva ha estado en el 10, 11 y 12. Ha metido un putt de cinco metros para birdie, otro de tres para par y uno más de más de seis metros para birdie. Ha sido la espoleta para terminar como un ciclón la vuelta y llegar a ese 61.
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En cualquier caso, todo puede ocurrir mañana. Aquellos que están entre el liderato y el -12 (once jugadores) tienen verdaderas opciones de victoria a la vista de los resultados que se pueden hacer. En este paquete andan Kevin Streelman (-15), que ya ha ganado aquí, Bryson DeChambeau (-13), cómo no arriba una semana más, Abraham Ancer (-12) y Phil Mickelson (-12), que hoy ha tenido un día duro en la oficina, incluido un fuera de límites desde un búnker de green y ha hecho 71 golpes.
Rory McIlroy vuelve a dar la de arena una semana más
Quien no estará en la pelea por el triunfo una semana más es Rory McIlroy (-10). El Número Uno del mundo ha vuelto a dar la de arena… y son ya muchas veces. Arrancó el torneo con siete bajo par el primer día y después se ha ido diluyendo hasta ser de nuevo intrascendente. Son las desconexiones McIlroy.
