Inicio Grandes Circuitos PGA Tour El alivio de Hideki, el sistema de Scottie y un vaticinio sobre...
Un análisis de todo lo que nos deja el primer play off de la FedEx Cup

El alivio de Hideki, el sistema de Scottie y un vaticinio sobre Rory…

Compartir
Scottie Scheffler
Scottie Scheffler, durante la ronda final del FedEx St Jude Championship.

– Nos quieren volver locos estos jugones. Hideki Matsuyama se había pasado media vida tratando de ganar un play off de la Fedex Cup y va y lo hace cuando menos pinta tenía de hacerlo, después de quedarse sin su caddie, Shota Hayafuji, al que robaron el pasaporte en Londres, donde el equipo de trabajo de Hideki hacía escala, rumbo a Memphis y al Fedex St. Jude Championship.

Sin su caddie habitual y sin el putter habitual… Aunque, en este caso, por decisión del propio jugador, que viaja con no menos de cinco o seis putters y que antes del torneo decidió que era el momento de encontrar sensaciones nuevas y utilizar uno que Odyssey le había mandado hace más de un año.

Llegar y besar el santo: nadie pateó mejor que el nipón en el TPC Southwind. Sin embargo, tal éxito no garantiza su presencia en la bolsa durante el segundo play off, esta semana. “Tendré que ver la velocidad de los greenes, el tipo de hierba y tomar una decisión al respecto”, ha dicho Matsuyama. Sí, nos quieren volver locos.

Por cierto, Hideki reconocía ayer que después de no hacer el birdie en el 16, par 5, se le pasó por la cabeza que el torneo se le iba a escapar. “Me vi un golpe por detrás y sentí que perdía el torneo, porque en los hoyos 17 y 18 es difícil hacer el birdie. Tuve la suerte de hacer birdie en el 17 e inmediatamente pensé: vaya, ahora tengo por delante un tiro muy complicado en el tee del 18, tengo que mantener como sea la bola en el fairway y lo conseguí”, explicaba justo después de desahogarse a gusto: “estoy especialmente feliz por haber sido capaz de ganar al fin un torneo de los play offs; llevaba diez años tratando de hacerlo y me provoca un gran sentimiento haber sido capaz de hacerlo”. Otra casilla tachada en el historial del gran jugador oriental, aunque más que desahogo era alivio lo que mostraba. Y tiene su mérito, pues a Hideki le cuesta una barbaridad mostrar sus emociones.

Todo sea que las victorias no vengan ahora de dos en dos, porque esta semana, en el BMW, va a partir como favorito, en vista de su momento de forma (venía de ser medalla de bronce en los Juegos de París, no lo olvidemos).

– Las cuentas sobre quién llegará primero al último play off, el Tour Championship en East Lake, son sencillísimas. Sólo Xander Schauffele puede arrebatar a Scottie Scheffler el primer puesto y para ello sólo le vale ganar esta semana el BMW.

De hecho, incluso ganando, necesitaría que Scheffler terminara peor que tercero. Por si acaso, no descartemos ningún escenario, que los play offs los carga el diablo. De momento, Scheffler no debería estar muy tranquilo jugándose el gran premio final en East Lake, uno de los jardines de Schauffele, que se ha hartado de hacerlo bien en ese campo: con o sin el reseteo que se hace actualmente en el Tour Championship, lo peor que ha hecho en siete comparecencias consecutivas ha sido quedar séptimo y atesora un triunfo y tres segundos puestos. Xander, en East Lake, es algo así como una piraña en un bidé. Eso sí, habrá que ver cómo le sientan al californiano las profundas reformas que se han hecho en el campo y que se estrenarán en dos semanas.

– El campo donde se juega el segundo play off, el BMW Championship, es el del Castle Pines Golf Club, en Castle Rock, Colorado, a unos 40 kilómetros al sur de Denver, y la altitud por aquellos lares es protagonista, pues se juega a unos 2.000 metros. El PGA Tour, mucha atención al dato, les permite hoy, lunes, practicar con buggys, y no son pocos los que han decidido cambiar sus planes para aprovecharlo.

Scottie Scheffler, por ejemplo: “normalmente el lunes me lo tomo más de descanso, pero esta semana voy a jugar con los buggys y el martes será el día de más descanso, antes de jugar el Pro-Am el miércoles”. Al Número Uno no le preocupa la altitud: “este mismo verano he estado de vacaciones en Colorado y jugué al golf. Tengo un sistema para jugar en altitud que me funciona y espero que me vaya bien con él esta semana”, explica. ¿Una pura coincidencia lo de irse de vacaciones precisamente a Colorado?

– ¿Qué versión nos vamos a encontrar de Rory McIlroy en el BMW? ¿La del jugador que se va deslizando hacia la irrelevancia después de una dura temporada y aquel dramático traspié en el US Open, o la del gran campeón que va a encontrar una vez más la manera de postularse como favorito? En esta casa apostamos por la segunda opción. Mucho ojo con el norirlandés en Colorado…