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El de Borriol hizo algo en el hoyo 18 que sólo está al alcance de los elegidos

El dato definitivo para entender la magnitud de la genialidad de Sergio García

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Sergio García.

Sergio García llegó al hoyo 18 del Country Club of Jackson con la necesidad de hacer birdie para ganar el Sanderson Farms Championship. Peter Malnati aguardaba nervioso a medio camino entre el campo de prácticas y el green de ese último hoyo esperando acontecimientos. Había dejado en la casa club un sólido -18, tan sólido que sólo Sergio de los 21 jugadores que salieron detrás de él llegó con opciones reales de superarlo o empatarlo en la línea de meta.

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El hoyo 18 fue el segundo más difícil ayer en Jackson. Cuando Sergio se plantó en ese tee de salida sólo se había hecho cinco birdies, la cifra más baja del campo, y se había visto 13 bogeys, el cuarto en este ranking tétrico. El dato definitivo que explica la genialidad de Sergio García es que la media de distancia a la bandera, estratégicamente colocada en la parte derecha del green, pegadita al búnker, fue de algo más de doce metros. El de Borriol la dejó a 79 centímetros. Y el único que se estaba jugando realmente el torneo en ese golpe era él.

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El golpe de Sergio, con el hierro 8, a poco más de 150 metros del agujero, era bastante más comprometido de lo que pudo parecer por televisión. Un tiro no muy difícil para este nivel de jugadores habría sido buscar la parte izquierda de la bandera, donde había mucho espacio, y dejar la bola a una distancia de entre seis y tres metros. Pero García fue directo al trapo, con lo que metió en juego el búnker de la derecha. Si el golpe se le hubiera abierto un poco más de la cuenta podría haber terminado en la arena y habría puesto en peligro incluso el desempate, ya que la recuperación desde esa zona no era nada sencilla.

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Todo esto bullía en la cabeza de Sergio. Estaba en un momento único en el que hay que tomar una decisión única. Tiro a centro de green y, al menos, aseguro el desempate dándome una opción de meter un buen putt de birdie, o voy con todo al trapo, busco el tiro definitivo para ganar el torneo y puedo llevarme la recompensa o acabar en desastre… incluso fuera del playoff.

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No desvelamos nada si recordamos que Sergio García es un golfista con un instinto de ganador absoluto demostrado a lo largo de toda su carrera. Estaba jugando bien y tomó la decisión de ir a por la bandera. Necesitaba la máxima precisión en un momento de máxima presión. Y lo tuvo. Conectó un tiro espectacular y dejó la bola a 79 centímetros. Mágico. Nadie la dejó más cerca que él ayer en el 18. Y nadie pegó ese tiro jugándose el torneo. Mucho mérito.

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Por cierto, empezábamos diciendo que el hoyo 8 fue el segundo más difícil del día, pues bien, ¿saben cuál fue el más difícil? El hoyo 7. ¿Y saben quién le hizo birdie también a ese hoyo…? Correcto.

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