Matt Jones (-12) se permitió el lujo de llegar a la Trampa del Oso con cuatro golpes de ventaja. Ni siquiera un margen tan importante garantiza nada en este tramo diabólico del PGA National, pero ayuda, vaya si ayuda. El australiano pudo jugar a conservar y sufrió lo justo, casi nada, ya que su buen juego durante todo el día y su resistencia de granito en los momentos más delicados fue suficiente para levantar el trofeo en el Honda Classic. Terminó con una gran vuelta de 68 golpes. Enorme para un líder en esta plaza.
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Jones fortificó su triunfo en dos armas extraordinarias. Un drive al draw demoledor que cazó cada calle complicada del PGA National en los últimos nueve hoyos, justo cuando se estaba decidiendo el torneo, y un putt sólido como pocos. Cierto que hizo dos tripateos en los hoyos 11 y 14, dos mínimas concesiones si lo comparamos con los apuros que sufrieron sus rivales.
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Aaron Wise, que llegó a colocarse a dos golpes en el hoyo 9, entregó la cuchara en el 10. Otra vez en el 10. Como ayer. Esta vez, si cabe, fue aún más dramático. El sábado falló un putt de menos de un metro para hacer bogey y hoy ha hecho cuatro putts desde ocho metros, tres de ellos desde menos de un metro, para hacer triple bogey. Punto y final. Ya sólo quedaba esperar el fallo grave de Jones… y no estaba para eso.
El campeón remató la faena, si es que había alguna duda, con un birdie espectacular en el hoyo 16, en el corazón de la Trampa del Oso, un hoyo donde ayer no se hizo ni un solo birdie. No había una manera mejor de poner el broche de oro al torneo. Eso sí, el momento decisivo tuvo lugar varios minutos antes. Fueron sus dos birdies consecutivos en los hoyos 12 y 13 después de su único error no forzado del día, un putt de menos de un metro de par que se le escapó en el 11.
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— PGA TOUR (@PGATOUR) March 21, 2021
Antes ya habían ido cayendo el resto de jugadores que partían con algunas opción, caso de Sam Ryder, con tres bogeys entre los hoyos 7 y 11 y, sobre todo, JB Holmes, compañero de partido estelar de Jones que arrancó con un bogey y un doble bogey en los dos primeros hoyos. Día durísimo para él.
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Esta victoria de Jones poco tiene que ver con la primera y única que conquistó en el PGA Tour. Fue en Houston en 2014. Aquella fue épica. Embocó un putt kilométrico para salir al desempate contra Matt Kuchar y en el playoff enchufó un approach desde fuera para llevarse el triunfo. Fuegos artificiales. Para la segunda ha sido todo lo contrario. Juego bajo control, mucha precisión y una solidez fabulosa. Por cierto, termina la Trampa del Oso con un parcial estratosférico de dos bajo par, con un único bogey en cuatro días y tres birdies.
Finalmente, Jones, a sus 40 años, ganó con cinco golpes de ventaja sobre Brandon Hagy (-7), que acabó su vuelta varias horas antes que el campeón y entregó una vuelta sensacional de 66 golpes, diez menos de los que hizo ayer, cuando enterró sus opciones de victoria. Iguala la mayor diferencia de golpes respecto al segundo en la historia del Honda. El oso, el de la Trampa, ni siquiera se tuvo que despertar de sus siesta para ponerle emoción al torneo… El australiano se gana un plaza en el Masters de Augusta. Una día para enmarcar.
