El sudafricano Wilco Nienaber (-6) está jugando esta semana el primer torneo de su carrera en el PGA Tour. Se trata del Palmetto Championship en el Congaree Golf Club de Carolina del Sur. Su puesta en escena en el primer teatro del mundo del golf no ha podido ser más ruidosa. Ha firmado dos tarjetas de 68 golpes el jueves y el viernes y se ha colocado cuarto, a cinco golpes del líder, Chesson Hadley.
Serio tirón de orejas de Stricker a Koepka y DeChambeau
No obstante, su posición en la clasificación del torneo no es lo que más está llamando la atención en el PGA Tour. En Estados Unidos ya están flipando con la pegada de Nienaber. Sí, en el European Tour ya se le tenía cogida la matrícula de hace tiempo, pero al otro lado del Atlántico lo acaban de descubrir y los ha dejado a todos con la boca abierta.
Los números son impresionante. Nienaber lidera la estadística de distancia desde el tee con una media brutal de más de 360 yardas los dos días. Además, tiene el récord del drive más largo en nueve de los 36 hoyos que se llevan jugados y ha pegado no menos de nueve salidas por encima de las 345 yardas. Son números de otro planeta, incluso en el PGA Tour. El récord de un torneo en el circuito americano lo tiene Bryson DeChambeau con 363,1 yardas. Lo tiene a tiro.
Un Jiménez magistral se pone al mando del American Family
La media total de Nienaber en lo que llevamos de torneo es de 336,1, contando todos los drives que ha pegado, no sólo los que contabiliza el PGA Tour para su media anual. Esa cifra de 336,1 es descomunal, pues supone casi 35 yardas más que el segundo mejor clasificado y 48 más que la media del PGA Tour. Sólo el viernes Nienaber pegó cinco drives por encima de las 360 yardas.
Penalidad de diez golpes a un jugador del PGA Tour por un error no forzado
El PGA Tour acaba de descubrir a un jugador que deja en pañales al mismísimo Bryson DeChambeau. Vean este dato: el sudafricano tiene una velocidad de bola esta semana de media de 196,65 millas. Los tres primeros en esta clasificación esta temporada con DeChambeau con 190,39, Cameron Champ con 189,96 y Brandon Hagy con 184,55. Es decir, la bola de Nienaber viaja doce millas más rápido que el cuarto mejor del circuito americano. Y todo esto sin el ambicioso plan de transformación física realizado por DeChambeau. Lo de Nienaber es pura genética y talento físico y técnico.
