Según publica ESPN en Estados Unidos, nos encontramos ante un inminente acuerdo multimillonario entre un grupo de conocidos propietarios de equipos deportivos norteamericanos y el PGA Tour. Al mismo tiempo, el circuito espera llegar a un acuerdo similar con el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí.
El acuerdo americano sería con Strategic Sports Group, un consorcio de multimillonarios propietarios de equipos que incluye a Tom Werner y John Henry (Boston Red Sox), Arthur Blank (Atlanta Falcons) y Wyc Grousbeck (Boston Celtics) y que inyectaría más de 3.000 millones de dólares en una nueva entidad con ánimo de lucro, PGA Tour Enterprises. Este grupo inversor es con el que se autorizó empezar las negociaciones en un comunicado oficial del Tour a los jugadores hace unos días.
Al mismo tiempo, según avanza la información, el PGA Tour también mantiene conversaciones con responsables de PIF, el fondo saudí que financia LIV Golf. Si se llega a un acuerdo tanto con Strategic Sports Group como con PIF, se podrían inyectar más de 7.000 millones de dólares en PGA Tour Enterprises, que combinaría los activos comerciales del PGA Tour, PIF y DP World Tour.
El acuerdo con Strategic Sports Group podría anunciarse antes de finales de año. Mientras, el acuerdo con el PIF es probable que se prorrogue para más adelante del 31 de diciembre, fecha en la que teóricamente finalizaba el plazo que se dieron en el acuerdo marco que firmaron el pasado mes de junio.
Según los términos de los acuerdos, el PGA Tour mantendría el control de la nueva entidad con ánimo de lucro, mientras que Strategic Sports Group y el PIF serían propietarios minoritarios. El comisionado del PGA Tour, Jay Monahan, y el gobernador del PIF, Yasir Al-Rumayyan, tienen previsto reunirse la próxima semana, después de que se aplazaran las reuniones programadas anteriormente.
La urgencia por cerrar los acuerdos ha aumentado después de que la LIV Golf fichara a Jon Rahm, hecho que se hizo oficial el pasado 7 de diciembre. Según la información de Ten Golf, Rahm acordó un contrato multianual por valor de más de 300 millones de dólares para dar el salto a la LIV Golf.
«No fue más que un tiro en la proa», dijo una fuente familiarizada con las negociaciones a ESPN. «Fue un puñetazo de PIF al PGA Tour, que puede fichar a cualquiera, incluso al tipo que se negaba en redondo a unirse. Trescientos millones de dólares es una cantidad irrisoria para los saudíes. Su mensaje fue: ‘¿Quieres seguir luchando con nosotros, de verdad? ¿Quieres seguir hablando con todo el mundo y dejarnos fuera? Buena suerte con eso’. Ese es su mensaje».
El acuerdo marco original entre la FIP y el Tour incluía una disposición que prohibía a ambas partes reclutar jugadores de la otra. Se eliminó debido a las preocupaciones planteadas por los reguladores de la división antimonopolio del Departamento de Justicia de EE.UU., que ya estaba investigando las supuestas prácticas comerciales monopolísticas del PGA Tour.
Algunas fuentes dijeron a ESPN la semana pasada que LIV Golf está reclutando a otros jugadores del PGA Tour para cubrir las plazas de un equipo que Rahm capitaneará. «Yasir se mantuvo al margen durante un tiempo, pero como seguía leyendo sobre todos esos pretendientes, creo que decidió ir a por el campeón del Masters, el tipo que dijo que no le comprarían por ningún precio, y ponerle un precio que no pudiera rechazar», dijo la fuente. «La lección es que si tienes suficiente dinero, puedes hacer lo que quieras en Estados Unidos. Los saudíes se han dado cuenta de eso. Yasir lo entiende», señala la misma fuente en ESPN.
Los posibles acuerdos estabilizarían un deporte fracturado que se ha visto afectado por la deserción de jugadores, una demanda federal antimonopolio y el aumento vertiginoso de los costes operativos, ya que los circuitos rivales han luchado por los mejores golfistas del mundo en los últimos dos años.
La junta directiva también había estudiado las ofertas de otros grupos de capital estadounidenses, como Endeavor, la empresa matriz de WWE, UFC y la agencia deportiva IMG. También se consideró una oferta multimillonaria de Acorn Growth Company, una empresa de inversión de capital privado con sede en Oklahoma City que opera en los sectores aeroespacial, de defensa, inteligencia y espacial.
«La principal ventaja de llegar a un acuerdo con PIF es que no te están matando a Jon Rahm», dijo la fuente. «No es que la gira no pueda conseguir miles de millones en otra parte. Hay bolsillos muy profundos que quieren entrar. El Tour realmente no quiere llegar a un acuerdo con los saudíes, pero tienen tanto dinero, tanto músculo – que todavía puede destruir. Eso es lo que indica el fichaje de Rahm».
En un principio, los saudíes se mostraron reticentes a formar parte de un acuerdo con el PGA Tour que incluye a otros inversores con sede en Estados Unidos. Pero convertirse en socios de propietarios de franquicias de alto perfil como Henry, Blank y otros resultó atractivo. El Strategic Sports Group también incluye a Mark Attanasio (Milwaukee Brewers), Cohen Private Ventures (New York Mets), Tom Ricketts (Chicago Cubs) y Marc Lasry (Milwaukee Bucks, antiguo copropietario).
«Tienen la oportunidad de codearse con todos estos magnates multimillonarios del deporte estadounidense», afirma una fuente. «Es un juego largo para ellos. No se detienen en el golf. Quieren una parte de todo».
Incluso si se llega a un acuerdo con Strategic Sports Group y PIF antes de fin de año, podrían pasar varios meses antes de que los mejores golfistas vuelvan a jugar en los mismos torneos. Se espera que la división antimonopolio del Departamento de Justicia de EE.UU., que amplió su investigación para incluir la alianza propuesta entre el PGA Tour, DP World Tour y el PIF una vez que se anunció el acuerdo marco, examine a fondo los acuerdos.
Además, el PGA Tour sigue debatiendo cómo castigar a sus miembros que firmaron con LIV Golf y podrían querer volver. Monahan suspendió a más de 30 jugadores que compitieron en torneos de LIV Golf sin haber sido liberados. Un comité está tratando de idear un sistema escalonado de posibles medidas disciplinarias.
El futuro de LIV Golf y el golf por equipos en el ecosistema del golf profesional masculino sigue siendo un punto de fricción para los responsables saudíes, dijeron las fuentes. El director general y comisionado de LIV, Greg Norman, declaró a ESPN esta semana que su circuito «siempre seguirá siendo una entidad independiente», tanto si se llega a un acuerdo con el PGA Tour como si no.
Aunque LIV Golf ha atraído a varios campeones del pasado, como Phil Mickelson, Dustin Johnson, Brooks Koepka y Bryson DeChambeau, con contratos garantizados por valor de más de 100 millones de dólares y las bolsas más ricas de la historia de este deporte, le ha costado hacerse un hueco entre los aficionados al golf en Estados Unidos, con unos índices de audiencia televisiva mediocres y pocos patrocinadores.
Sin embargo, LIV Golf, con su formato único de 54 hoyos, salidas a tiro y competiciones por equipos e individuales simultáneas, ha forzado cambios masivos en ambos circuitos y ha inyectado miles de millones de dólares en este deporte.
Los jugadores del PGA Tour recibirán una parte de las multimillonarias inversiones. En una nota enviada a los jugadores el 14 de noviembre, Monahan dijo que el PGA Tour ofrecerá a sus miembros una participación directa en acciones en PGA Tour Enterprises.
«En el momento en que aseguremos la inversión externa, se tratará de una oferta única en el deporte profesional, ya que ninguna otra liga concede a sus jugadores/miembros una participación directa en el negocio de la liga», escribió Monahan. «Reconocemos -al igual que todos los posibles inversores minoritarios que están dialogando con nosotros- que el PGA Tour será más fuerte con nuestros jugadores más estrechamente alineados con el éxito comercial del negocio.»
No tenéis traductores?
Queda horrible la traducción de Google…