Inicio Grandes Circuitos PGA Tour El ‘refugio’ mental y técnico al que Collin Morikawa siempre vuelve

El ‘refugio’ mental y técnico al que Collin Morikawa siempre vuelve

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Collin Morikawa. (© Golffile | Phil Inglis)

Hay una semana que Collin Morikawa tiene grabada a fuego en su memoria. Es su edén particular. El oasis al que siempre acude cuando llegan los tiempos de sequía. Cada vez que algo no funciona como debiera en su swing, viaja en el tiempo a 2013, al Western Junior Open. Tenía 16 años y hubo algo en cabeza que hizo clic.

«Soy un jugador exigente y me fijo siempre en las cosas que debo mejorar. Sé que 2021 ha sido un año muy bueno. Cómo no va a ser así después de dos victorias y una de ellas el Open Championship. Eso sí, me gustaría mejorar para este año la consistencia. Es el gran objetivo de 2022. Quiero ser más regular, aunque claro que firmaría ganar dos torneos todos los años. El Número Uno no es una obsesión, pero me patece mucho y quiero conseguirlo. Será una consecuencia, si lo consigo, de que estoy haciendo las cosas bien», aseguraba esta semana en la previa del Sentry Tournament of Champions.

Eso sí, el balance de 2021 es exigente. Se achaca esa falta de consistencia y esto derivó en una reflexión muy interesante. «Sí, siempre quiero lo máximo y soy muy perfeccionista, pero prefiero recordar las cosas buenas que las malas. Los momentos en los que mi swing ha funcionado bien los guardo como oro en paño y vuelvo a ellos cuando lo necesitó», explica. En este sentido, afirma que cada vez que no está cómodo con su swing acaba viajando a ese Western Junior Open. «Creo que jamás le he pegado a la bola tan bien como esa semana», asegura.

Ese Western Junior Open derivó en un ‘drill’ que lo utiliza en la cancha de prácticas cuando el swing no fluye con la facilidad acostumbrada. Es su refugio mental y técnico donde Morikawa es feliz. Aquel Western Junior Open se disputó en 2013 en el Meridian Hills Country Club. Fue su primera victoria tras firmar cuatro vueltas por debajo de 70 golpes. Fue la semana en la que se convenció de que podía competir contra cualquiera y ganar torneos importantes. Todo cambió allí, en algún lugar de Indiana. Ahora es el Número Dos del mundo y está peleando con Rahm por el Número Uno. Si algo no va bien, ya saben donde tienen que buscar a Morikawa.