Cuatro líderes en el Rocket Mortgage Classic. No cuatro cualquiera. Cuatro personajazos. El torneo del PGA Tour que se disputa esta semana en el Detroit Golf Club está haciendo un homenaje a la heterodoxia. Empatan en -11 Bryson DeChambeau, Matthew Wolff, Seamus Power y Mark Hubbard. Cada uno tiene su propia historia que lo hace diferente. Son ejemplares casi únicos en el PGA Tour.
A DeChambeau no lo vamos a descubrir a estas alturas. Nadie puede discutir que está en las antípodas de la ortodoxia. Ha creado su propio estilo y lo está defendiendo con un éxito extraordinario. Otro vueltón de Bryson. Hoy ha firmado 67 golpes, mantiene su media de 66 por día desde que regresó el Tour y su parcial en este tiempo es de -57 en 14 vueltas, catorce golpes menos que el siguiente mejor.
VÍDEO: La vacilada de Bubba Watson a DeChambeau en el Rocket Mortgage
Si lo de ayer fue una montaña rusa plagada de aciertos y con algún otro error, lo de hoy ha sido un tranquilo paseo por la Toscana. Ha hecho cinco birdies, cuatro del 1 al 9, y ningún bogey. Decía ayer que tenía que refinar su golf para evitar tantos errores y al día siguiente presenta una tarjeta sin bogeys… Aprende rápido.
Tampoco hay que aclarar demasiado la heterodoxia de Wolff. Póngase un vídeo de un swing suyo y trate de verlo sin taparse la cara del susto. Su movimiento previo para arrancar el golpe es casi una marca registrada, un bailecito, algo completamente fuera de lo normal. Aún así, también tiene éxito. De hecho, ya ha ganado en el PGA Tour, es uno de los pegadores más largos y tiene una facilidad innata para hacer pocas. Hoy enlazó seis birdies consecutivos, la mejor racha de su carrera. Ha firmado la vuelta más baja de la semana en Detroit (64 golpes).
Power y Hubbard son menos conocidos, pero igual de personajes. Power es un irlandés que no ha pasado por el European Tour. De la universidad fue directo al Korn Ferry Tour y de ahí al PGA Tour. Eso ya es bastante raro en sí, pero lo más curioso es que se trata de un jugador que podría jugar prácticamente igual a diestras (es como lo hace) y a zurdas. Hoy ha hecho 66 golpes. Aún no ha ganado en el PGA Tour.
Una petición de mano que dio la vuelta al mundo
Mientras, Hubbard no tiene problema alguno con su swing, o al menos nada extraño o diferente a lo habitual, pero pasó a la historia en 2015 por pedir matrimonio a su novia en el green del hoyo 18 de Pebble Beach. Eso no es muy normal. En la universidad fue un extraordinario jugador de baloncesto y si se decantó por el golf fue porque no se veían suficientemente alto. Ah, y por si les falta algún dato más, asegura que de no haber jugado al golf, estaría viviendo y ganándose la vida en Bora Bora. Otro tipo peculiar. Hoy ha hecho 66 golpes.
¿Es un arrogante o sólo un científico en su laboratorio?
La clasificación está muy apretada. Hay once jugadores separados únicamente por dos golpes. Otra semana de cuchillos largos en el PGA Tour. Entre ellos está Matt Wallace (-9). El inglés clama venganza después de haber sido señalado la semana pasada por jugar solo cuando Bud Cauley, su compañero de partido decidió retirarse tras el positivo de Denny McCarthy, el tercer componente del ‘tee time’. Gran torneo también de momento de Steve Stricker (-7), capitán de Estados Unidos de la Ryder Cup.
DeChambeau – Kisner: los polos opuestos se atraen en Detroit
El corte está situado ahora mismo en -4, pero no hay que descartar que acabe siendo -5. En este caso, se quedarían fuera jugadores como Jason Day (-4) o Vijay Singh (-4). Los que no tienen que esperar para hacer las maletas son Bubba Watson, Patrick Reed, Alex Noren o Erik Van Rooyen.
