Nick Watney no se sentía mal. Y precisamente ahí radicaba el problema. Se había levantado temprano, y tras jugar la primera ronda del RBC Heritage, estaba algo cansado, sin más. Pero se fue a la cama sintiéndose bien. Pero el viernes, cuando se levantó, se dio cuenta de que algo no iba bien… El dispositivo que llevaba en la muñeca para controlar su respiración mostraba un pico alarmante en las respiraciones por minuto durante la noche.
Le habían advertido que ese dato podría significar que sufría COVID-19. «Es, literalmente, la razón por la que me hice el test otra vez», explica Watney. «No me sentía mal en absoluto. No tenía fiebre, no tuve tos, no tuve dificultad para respirar… nada de nada», detalló.
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Watney ha hablado por primera vez sobre su diagnóstico en un podcast promovido por WHOOP, la compañía que fabrica los dispositivos que monitorizarán la salud de los jugadores del PGA Tour de ahora en adelante como prevención ante eventuales contagios por coronavirus. Después de someterse al test el 19 de junio por la mañana, Nick se retiró del torneo de Harbour Town, aunque sigue sintiéndose «bien».
«Aparentemente, me contagié con una cepa bastante leve, o los efectos al menos han sido así, supongo que es algo bueno», señaló. Sin embargo, el dispositivo WHOOP detectó un cambio significativo en su respiración la noche posterior a jugar la primera ronda. Watney compartió la captura de pantalla de sus respiraciones por minuto. Normalmente tiene 14, pero esa noche su ritmo se disparó a 18.
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«Hice una captura de pantalla de los datos del dispositivo, se la envié a mi mujer y le dije que era muy alarmante por lo que había leído en su momento cuando WHOOP analizó datos de usuarios que habían sufrido COVID-19″, explicó Watney.
Tras comunicarle su situación a los funcionarios del PGA Tour y que se le realizara el test, al ser asintomático, se le permitió ir al campo de prácticas. «Fui al campo, distanciado socialmente durante las prácticas. Y unos 20 minutos antes de mi ronda recibí una llamada en la que me decían que era positivo, que tenía que irme lo antes posible. Le pregunté al médico: ‘¿Esto es verdad? Vi los datos, pero…’. Y me dijo: ‘Es real, te tienes que ir ya’. Así que…», cuenta Watney.
Después de lo vivido con Nick, el PGA Tour ha cambiado su protocolo y mientras un jugador espera el resultado de una prueba no puede estar en el campo hasta que sea definitivo. «Mi mujer y yo hemos hablado de esto preguntándonos si hay algo positivo que podamos extraer. Y aunque da un poco de miedo, supongo que las personas pueden aprender algo y esto puede ayudar a más gente», cuenta.
El 22 de junio, WHOOP publicó los resultados de un estudio realizado en colaboración con la CQUniversity en Australia en el que se demuestra que su dispositivo detecta el 20% de los casos de COVID-19 en los dos días previos al inicio de los síntomas. Es un estudio pendiente re revisión, pero mientras tanto, el PGA Tour ha adquirido más de 1.000 dispositivos para jugadores y caddies que están empezando a utilizar en el Travelers.