La última ronda del Safeway Open será una auténtica batalla de nervios. No es para menos. El líder es Tyler Duncan (-14), un jugador que a sus 28 años está disputando el primer torneo regular del PGA Tour de toda su carrera.
A un golpe está Chesson Hadley, golfista de 30 que ya ha ganado en el circuito americano (Puerto Rico Open 2014), pero que acaba de regresar a la Primera división tras rubricar unas Finales del Web.com Tour extraordinarias y quien de momento ha demostrado que le cuesta mantenerse entre los mejores.
Y al acecho, a dos impactos, están Bud Cauley, que aún busca su primera victoria, y Brendan Steele, el defensor del título, a priori el más experimentado en estas lides aunque el peso de la corona ya sabemos que es muy difícil de llevar.
Para rematar el cuadro, otro de los candidatos es Phil Mickelson (-10). A él no le tienen que hablar de cómo hay que cerrar un torneo, sólo en el PGA Tour ha ganado 42, pero la realidad es que anda algo oxidado en la materia. Su última victoria fue en 2013, el Open Championship de Muirfield. Han pasado 91 torneos desde entonces. Eso sí, su confianza está desbordada. “Voy a volver a ganar. No sé si será esta semana o en China, pero va a ocurrir pronto porque estoy jugando muy bien”, aseguraba ayer tras entregar una de las mejores tarjetas del días (68 golpes). ¿Aviso a navegantes o armadura antes sus propia dudas? Quién sabe… Desde luego, es fundamental que él se lo crea.
Y en medio de este panorama está Emiliano Grillo (-11), que aparece como la ‘víctima’ propiciatoria para llevarse el triunfo. No tiene urgencias, viene con el orgullo herido tras jugar la Presidents Cup, ya sabe lo que significa ganar en el PGA Tour y más concretamente este torneo (2015) y aún no ha hecho una gran vuelta en el torneo. Además, un triunfo le asegura su presencia en el WGC HSBC Champions que se juega en dos semanas (el plazo con los 50 primeros del mundo se cierra este lunes). Motivación más que de sobra. Está empatado en la quinta posición con Graham DeLaet. Al golfista de Resistencia le toca pescar en aguas turbulentas.
Y puestos a no perder de vista a jugadores con mucho que ganar, aparecen como amenazas en el horizonte Bill Haas y Tony Finau, ambos con -10. Ya lo ven, el domingo en Silverado toca batalla en el lejano Oeste.
