Sergio García se encuentra en Texas para preparar el Masters de Augusta. El jugador español disputa esta semana el Shell Houston Open. Buenos recuerdos. En Texas fue donde debutó en el PGA Tour, en este mismo estado ganó su primer torneo en Estados Unidos como profesional y aquí quedó tercero el año pasado. Se juega en Houston, eso está claro, pero las miradas y los pensamientos están puestos en Augusta, donde la acción comienza en poco más de una semana.
El Masters todo lo tapa. Sergio vuelve a Houston porque el año pasado decidió cambiar su estrategia habitual para preparar Augusta y el balance fue bueno. No en el resultado, pero sí en la actitud. «Estuve muy cómodo toda la semana y me gustó como previa para el Masters. Es cierto que no pasé el corte y que nunca puedes estar contento con un resultado así, pero incluso fallando el corte estuve bien. Me lo tomé mucho mejor de lo que hubiera hecho siete o ocho años atrás. Esta semana voy a pensar en este torneo y voy a intentar ganar en Houston, aunque lógicamente de reojo estás mirando al Masters. Los greenes están un poco blandos, pero es una buena preparación. No voy a jugar aquí pensando que tal golpe es el mismo que en el 12 de Augusta o el del 18, pero sí es cierto que hay tiros parecidos, es un buen entrenamiento», asegura el de Borriol.
El Masters está a la vuelta de la esquina y los dos nombres propios son Tiger Woods y Rory McIlroy. Rory persigue su particular grand slam, después de haber conquistado el US Open, el British y el PGA Championship, mientras que Tiger estuvo ayer en Augusta probándose. Está un poquito más cerca de jugar, aunque todavía no ha desvelado nada de manera definitiva. Las comparaciones entre ambos son obvias y están en boca de todos. Sergio tiene su propia opinión. «Es difícil decir si McIlroy está al nivel de Tiger hace diez años. Lo que Tiger hizo durante mucho tiempo es muy difícil de repetir: sus rachas de victorias, todos los majors que ganó… Creo que Rory tiene algunas similitudes con Tiger, aunque quizás su consistencia no es tan buena como la de Tiger cuando Tiger estaba en su mejor nivel, pero está muy cerca. Cualquier cosa que pueda estar cerca de aquello es que los estás haciendo muy bien», explica.
Sergio asegura que ha trabajado duro en las últimas semanas y que su juego está mejor preparado. Su ejemplo no puede ser más gráfico y reciente. «Ojalá pudiera volver al tee del hoyo 17 del Northern Trust Open con el juego que tengo ahora mismo. Fue una pena acabar bogey y bogey y quedarme a un golpe del desempate, pero la lectura que hice de esa semana fue que sin estar bien con mi juego, tuve opciones de ganar hasta el final», explica.
Precisamente, esa es la nueva mentalidad de García. Una nueva mentalidad que hace ya mucho tiempo que empezó a ponerla en práctica y que se refleja en su manera de pensar respecto a los majors, el golf y la vida. «Me encantaría ganar no uno sino varios majors, y voy a pelear al máximo para conseguirlo, pero si finalmente no lo logro tampoco es el fin del mundo. Estoy satisfecho con mi carrera. Me siento afortunado. Creo que he tenido una buena trayectoria y no sólo me quedo con las victorias y los top ten en los majors, también valoro muchísimo lo que he hecho fuera del campo de golf, mi fundación y poder ayudar a los que más lo necesitan», afirma.
Volviendo a Augusta, mantiene el mismo discurso, positivo, pero prudente: «creo que mis opciones en Augusta han mejorado respecto a otros años por mi manera de afrontar las cosas de un tiempo a esta parte. No puedes forzar las cosas, hay que dejar que ocurran y si todo sale bien, genial, y si no, a volver el año próximo e intentarlo de nuevo».
